GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN Y TERUEL:
RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...
EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....
Por: JUAN E. PRADES BEL, autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.
(Temáticas): MISCELÁNEA CARLISTA, EPISODIOS DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA 1833-1840 EN ARAGÓN, EBRO, CASTELLÓN, MAESTRAZGO Y VALENCIA.
"AÑO 1838, ALOCUCIÓN DEL GENERAL A LOS HABITANTES DE ARAGÓN Y VALENCIA ANUNCIANDOLES EL INICIO DE LA OFENSIVA DEL EJÉRCITO DEL CENTRO PARA LIBERAR A LOS PUEBLOS Y AL PAÍS DE LA TIRANÍA DE LAS HORDAS CARLISTAS".
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).
INTRODUCCIÓN TEMÁTICA: Lunes 23 de julio de 1838, inicio de la Campaña del Maestrazgo, Aragón y Valencia, la ofensiva del Ejército del Centro para liberar a los pueblos y al país de la tiranía de las hordas carlistas.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic):
(Documento oficial N.º 1, fechado en el año 1838):
Gaceta
de Madrid: núm.1348, viernes 27 de julio de 1838. EL
GENERAL EN JEFE DEL EJÉRCITO DEL CENTRO (MARCELINO ORÁA) A LOS HABITANTES DE
ARAGÓN Y VALENCIA. El Gobierno de S. M. la Reina Doña Isabel II ha reforzado
este ejército de modo que pueda tornar la ofensiva contra los enemigos de su
legítimo trono y de la paz pública que tienen alteradas vuestras provincias,
talados vuestros campos y reducidas a la miseria y orfandad un sin número de
vuestras familias.
- Voy
pues desde luego a emprender mis operaciones para penetrar en las montañas del
Maestrazgo, arrancar a los rebeldes de sus guaridas para obligarlos a medir sus
armas con las nuestras, y reconquistar para siempre esas decantadas fortalezas
de la usurpación y de la tiranía. El Dios de los ejércitos, que ampara siempre
al inocente y al oprimido, ha bendecido nuestros estandartes, y bajo la
protección de su santo nombre marchamos seguros a la victoria.
- Pero
antes que llegue la hora de los combates, y que el hierro y el fuego empiecen a
ejercer su funesta influencia, he creído conveniente dirigir mi voz a aquella
porción de entre vosotros que, seducidos por el temor, por la mentira o por una
necia ambición se han alistado bajo las banderas del injusto Pretendiente, o
han favorecido hasta ahora su causa, haciéndose así verdugos de sus propios
hijos y destructores de la felicidad y ventura de sus compatriotas.
- Es
tiempo ya de que cesen de una vez los males que experimentan estas desventuradas
provincias, y que renazca en ellas la paz que han alejado de su suelo hombres
corrompidos, criminales y crueles. Cinco años de desórdenes, de guerra y de
desgracias son bastantes para demostraros aquella necesidad.
- ¿Qué
frutos ha producido tan desoladora lucha? ¿Qué ventajas han proporcionado a los
pueblos las pretensiones del carlismo? Ver arruinadas las manufacturas,
paralizado el comercio, abatida la agricultura, arrancados violentamente los
hijos del hogar paterno, devastadas las cosechas aun antes de su madurez,
consumidos los numerosos ganados que antes poblaban vuestros campos, llenas de
luto las familias, y trastornado en fin el orden social hasta en sus más
sólidos fundamentos.
- Tales
desastres, sin embargo, han servido para enriquecer a los jefes de la rebelión
y sus principales secuaces, mofándose de la sangre que han derramado vuestros
deudos para satisfacer su codicia, su necio orgullo y sus torpes vicios, recreando
sus crueles corazones en el incendio, el pillaje y la desolación.
- Desengañaos
de una vez, aragoneses y valencianos, seducidos o alucinados es imposible el
triunfo del Pretendiente, pues las armas de la Reina vencen por todas partes a
sus enemigos, y vosotros mismos habéis podido convenceros al examinar los
restos fugitivos de Negri y de Basilio refugiados en vuestras montañas,
creyendo ver aun sobre sus cabezas la espada de los leales.
- Consultad
vuestros más caros intereses, deponed todo temor, y persuadíos de que vuestra
tranquilidad, seguridad y ventura dependen únicamente de vosotros, si con la
energía y firmeza que hicieron célebres a vuestros antepasados arrojáis de
vuestro lado a esos mentidos defensores de una religión que ultrajan, y de los
supuestos derechos de un pretendiente a la corona de España, que para
patentizar al mundo la injusticia con que los reclama, basta solo considerar
cuál es la conducta de sus partidarios y los medios de que se valen.
- La
autoridad que ejerzo en nombre de S. M. la Reina, y el modo con que la he
desempeñado entre vosotros, debe serviros de garantía; como el orden y
disciplina que sabéis observan nuestras tropas. En ellas encontrareis, no esos
hombres tiránicos e inmorales que os pintan los que se gozan en engañaros, sino
unos hermanos prontos siempre a estrechar contra su pecho a los que,
arrepentidos de sus errores, reconocen el maternal Gobierno de la mejor de las
Reinas. Ellas serán siempre vuestras protectoras, pues que por vuestra
felicidad derraman su sangre; pero en justa retribución solo exijo de vosotros
obedezcáis puntualmente las órdenes que se os comunicaran por las autoridades
legítimas, y que permanezcáis tranquilos en vuestros pueblos, sin abandonarlos a
la aproximación de las tropas de S. M., seguros de que además de aquellas
garantías os prometo las seguridades siguientes:
- 1.ª
En los pueblos de Aragón y Valencia, ocupados habitualmente por el enemigo, y
donde por cualquier motivo penetraren las tropas de S. M. la Reina, no se
prenderá ni molestará a ninguno de sus habitantes por sus opiniones políticas,
con tal que no tengan causa pendiente por delitos comunes o lleven las armas
contra el legítimo Gobierno de S. M.
- 2.ª
Los jefes militares dispensarán su protección a las justicias y vecinos de los
pueblos mencionados, que permanezcan tranquilos en sus casas a la aproximación
de nuestras tropas, y obedeciesen sumisamente las órdenes que les comunicaren
las autoridades legitimas.
- 3.ª
Las justicias y habitantes de los insinuados pueblos, que por el contrario los
abandonasen a la aproximación de nuestras tropas, o desobedeciesen las órdenes
que se les comunicaren, serán considerados como hostiles y pertinaces, y
sufrirán por primera vez, en justo castigo, la pérdida de todos los efectos que
se hallaren de su pertenencia útiles al ejército, sin que se consideren
dispensados por dejar en sus casas mujeres o niños; en el concepto que de los
efectos que se ocupen no se les dará recibo ni se les abonará su valor.
- Aragoneses
y valencianos: corresponded dóciles a mis consejos, y la paz volverá a vivir
entre vosotros; pero si continuáis en vuestra errada conducta, entonces será
preciso os sometáis a las medidas vigorosas que estoy decidido a adoptar,
apoyado en los medios con que cuento para hacerme obedecer.
- CUARTEL GENERAL de TERUEL 23 de Julio de 1838.= El general en gefe, Marcelino Oraá.
ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):
BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
ARCHIVO FOTO-IMAGEN:
Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.
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