GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN, TERUEL Y TARRAGONA:
EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....
Por: JUAN E. PRADES BEL, autor de los proyectos: "RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR" y “ESPIGOLANT CULTURA: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades".
(Temáticas): MISCELÁNEA, EPISODIOS DE LA TERCERA GUERRA CARLISTA EN LOS DISTRITOS DE ARAGÓN, EBRO, CASTELLÓN, MAESTRAZGO Y VALENCIA.
(Temáticas): LA GUERRA DE CUCALA. NOTICIAS SOBRE LA GUERRA DE PASCUAL CUCALA DURANTE EL SEXENIO REVOLUCIONARIO 1868-1874.
"AÑO 1874, ABRIL: NOTICIAS SOBRE LA PATULEA CARLISTA DE CUCALA, SANTÉS Y OTRAS FACCIONES DE CORRELEGIONARIOS".
INTRODUCCIÓN TEMÁTICA: El alzamiento en armas de Pascual Cucala Mir: En la noche del 5 de junio del año 1872, en el municipio de Alcalá de Xivert, se levantó en armas una partida de unos quince hombres de Alcalá, los cuales crearon una facción armada, de inicio obedecían a las órdenes de Pascual Cucala Mir y Vicente Bou Martorell, los incitadores del levantamiento ayudados y apoyados por la Junta Carlista del pueblo, presidida por José Vela. Los constituidos guerrilleros de las facciones de Cucala y Bou al grito de ¡Viva Carlos VII! proclamaron solemnemente en la plaza de Alcalá de Chivert a Carlos VII como rey legítimo y atentaron y rompieron los aparatos del telégrafo de Alcalá para evitar las comunicaciones oficiales, y se tiraron al monte. Así comenzó la leyenda del mítico jefe militar carlista Pascual Cucala (Don Pascual como así le gustaba y exigía que le llamasen).
(Nota: Pascual Cucala Mir, en el momento de los hechos era agricultor y propietario de una ganadería de toros bravos en Alcalà de Xivert, en su juventud había luchado como voluntario en el ejército carlista de Cabrera. Pascual Cucala, fue candidato carlista en las primeras elecciones tras la Revolución de septiembre del año 1868).
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): Artículos publicados por la prensa de la época, recopilados en el archivo documental “Memorias Históricas de 135 municipios de la provincia de Castellón”. (Juan E. Prades Bel).
(Documento N.º 1, fechado en el año 1874):
LA
IGUALDAD, DIARIO REPUBLICANO FEDERAL (Madrid. 1868), 15/4/1874, página
3. Tomamos de Las Provincias de Valencia: «Varias veces hemos hecho presente la
necesidad de aumentar las fuerzas militares de este distrito para combatir con energía
al carlismo; pero hemos de ser parcos en pedir refuerzos, cuando la necesidad
de socorrer a Bilbao obliga a enviar las tropas disponibles al Norte.
- Con
las pocas que en esta capitanía general existen, no es posible perseguir a los
facciosos del Maestrazgo, y estos, que lo recorrían hasta ahora impunemente,
comienzan a fortificarse en él.
- Polo,
que pudiéramos llamar el cabecilla de la alta montaña, de donde nunca ha
querido salir, ha mandado construir tres fuertes: uno en San Cristóbal de Sarañana,
otro en Cinctorres y el tercero en el castillo de la Tolodella. En ellos tiene
guarnición para replegarse en el caso frecuente de que los voluntarios de
Morella hagan alguna correría.
- A
fin de que no suban carros a Morella, han cortado los carlistas las carreteras
de Valencia y Aragón por medio de zanjas y han publicado bandos en los pueblos
para que nadie lleve comestibles; pero no por eso la plaza deja de ser socorrida,
pues por medio de la arriería se introducen trigos, harinas, patatas y cuanto
necesita.
- Sería
muy bueno que se aumentase hasta 400 el número de móviles al mando de Antolí, porque,
conocedores del país, podrían en sus excursiones capturar a todos los
comandantes de armas, que son la pesadilla de los pueblos.
- Nos
dicen también que en Portell tienen presos los carlistas a tres individuos, a
los que dicen van a fusilar dentro de pocos días. A uno de ellos, masovero del
término de Ares, le acusan de espía, cuando no tiene más daño que haber servido
de guía al general Palacio cuando el ataque y toma de Ares.
- Vallés,
que se hallaba en Alcalá (de Chivert), marchó el día 7 (de abril de 1874) a Vinaroz, a la
primera de estas poblaciones fue con el propósito difícil de meter en cintura a
la patulea de Cucala, que lo necesita mucho, pues desde que fue herido su jefe
andan divididos en bandas errantes por el país, cometiendo todo género de
excesos.
- Vallés destituyó al hermano de Cucala, tomando severas medidas contra varios jefes de segunda o tercera fila, pero no es de esperar que produzcan gran resultado, pues las discordias entre los carlistas son graves; y mayor aún su indisciplina, de modo que no es probable qué obedezcan a Valles. Este padece un reumatismo en la pierna y pie derecho que le hace cojear y le obliga a ir carruaje siempre que le es posible.
- Se
ha publicado además en los pueblos de la costa un bando a nombre del jefe Palacios,
mandando a los carlistas que han abandonado sus partidas y andan merodeando por
el país qua se presenten a sus cuerpos, amenazándoles con fusilarlos sino obedecen.
No hemos de censurar esta orden; pero es ridículo otro bando que, según los
diarios madrileños, ha hecho publicar el mismo cabecilla en todos los pueblos
del Maestrazgo, imponiendo pena de la vida al que diga que el diputado
provincial D. Salvador Vidal ha sido asesinado por los carlistas.
- Palacios,
setenta y seis horas después del asesinato del Sr. Vidal, cometido en un punto
inmediato al cuartel general Carlista, entregó una orden a su sobrina doña
Ramona Vidal de Sacanella para que se le dejara en libertad, y dos días antes
del asesinato manifestó también al presidente de la junta carlista de Tortosa
que la suerte de Vidal estaba resuelta desde hace muchos años y particularmente
desde abril de 1860, en que fueron
presos los ex infantes de Borbón.
- El
8 (de abril de 1874) estaban Polo en Ares, Segarra en Albocácer, Valles en
Vinaroz y Palacios desde Benasal y por Villar de Canes se dirigía a Adzaneta.
- La
caballería dispersa de Segorbe de Santés y Cucala se encontraba en dicho día (8
de abril de 1874) entre Benlloch y Cabanes.»
(Documento N.º 2, fechado en el año 1874):
LA
DISCUSIÓN, DIARIO DEMOCRÁTICO. (Madrid. 1856), 23/4/1874, n.º 1.715, página 1.
CRÓNICA DE LA GUERRA. De las Provincias de Valencia de anteayer copiamos las
siguientes noticias: «El jueves pasado marchó de Requena la columna Calleja, y
si a su entrada en aquella ciudad fue recibida por el liberal vecindario con vítores
y aplausos por la gratitud que le guardan desde el combate del puente de
Contreras, la despedida demostró que durante la permanencia en Requena han aumentado
las simpatías entre el vecindario y los soldados leales, un gentío inmenso acudió
a despedir a la brigada, principalmente a la puerta llamada de Madrid, donde el
Sr. Calleja fue calurosamente saludado por repetidas aclamaciones. La columna
marchó a Utiel por la sierra del Remedio.
- Durante
su estancia en Requena, el brigadier ha visitado el fuerte de San Francisco, el
recinto amurallado y hasta los cuerpos de guardia, enterándose de todo y
aconsejando las reformas necesarias.
- En
el hospital han quedado unos ochenta hombres, que pronto estarán repuestos de
la fatiga de la campaña, y en unión con unos treinta que había por aquel motivo
procedentes de la columna Weyler, podrán formar un pequeño destacamento que
ayude a prestar el servicio de la plaza a los Voluntarios, y haciendo salidas a
tiempo, aleje de aquellos alrededores a los grupos de carlistas y del requeté
que merodean por sus campos y aldeas.
- Se
ha dado estos días por algunas personas más importancia de la que efectivamente
tienen a las facciones valencianas, y a su concentración, no sabemos si
efectiva o supuesta, en algún punto, suponiendo que se proponían nada menos que
acometer la empresa de atacar a Castellón.
- No
negamos que, con planes que la prudencia nos haría callar si los conociéramos,
se hayan reunido algunas fuerzas de las que andan unas veces separadas y otras
juntas por los campas de la cercana provincia, pero rechazamos la idea de que
los carlistas hayan pensado ahora en atacar a Castellón, que saben es invulnerable
para huestes tan desorganizadas y faltas de dirección y empuje como las
facciones del Maestrazgo. Tranquilícense, pues, los que hayan podido dar oídos a
aquella versión, y sepan que la vecina capital cuenta con mil quinientos o más
hombres del ejército, y con un vecindario decidido y apoyado en buenas
fortificaciones, y con ello sobra para estar seguros de que no se acercarán los
carlistas a sitiar aquella ciudad, pues demasiado conocen que no habían de
tomarla, y que al estar frente a sus muros caería sobre ellos la brigada
Weyler, destrozándolos, si no huían pronto, y perdiendo los para ellos inútiles
cañones con qué quieren asustar al mundo, aun cuando no puedan moverlos.
- Estas
noticias de concentración y ataque no tienen más fundamento que alentar a sus
parciales, que se encuentran muy abatidos y van desengañándose, y a este mismo
objeto respondía también la noticia que se dio hace pocos días de la llegada al
Maestrazgo de D. Alfonso, el hermano del pretendiente, que se dijo se había
puesto al frente de las facciones de Valencia para dar grande empuje a la
guerra.
- No
ha parecido D. Alfonso, y lo que puede esperarse de los carlistas en armas en
estas provincias lo prueba el siguiente hecho.
- El
viernes pasado (abril de 1874) llegaron a Jérica, cansados y molidos, unos dos
mil hombres y cuatrocientos caballos de las facciones de Valles, Cucala, Sierra
Morena y otros, e inmediatamente comenzaron a preparar sus ranchos, porque estaban hambrientos. Pero quiso
su mala suerte que cuando no estaba aún sazonado el brebaje, llegara un
carlista de caballería, que tenía con otros apostado, anunciando que la columna
se hallaba cerca, y tuvo tal prisa en huir y tanta confusión produjo el miedo,
que dejaron los ranchos al fuego, saliendo escapados por la carretera, y posada
hubo donde quedaron abandonadas ocho monturas y sazonándose sobre treinta
calderos, pues el hambre les había hecho emplear hasta los que servían para dar
agua a las bestias. La columna se hallaba, sin embargo, bastante lejos, tanto
que tardaron más de dos horas en llegar las tropas á Jérica.
- Los
carlistas no omiten medio para que su dominación en ciertas comarcas sea bien
poco grata a los habitantes, y sobre todo a las autoridades. En prueba de ello,
el comandante militar de Chelva ha pasado una comunicación al alcalde de Sinarcas
diciéndole que presente dentro de segundo día 4.000 rs., en calidad de multa,
por no haber presentado las raciones que se le pedían. En el caso de que no se
cumpla este mandato, el humanitario comandante militar amenaza con formarle al
alcalde consejo de guerra.
- Como si aún esto no fuese bastante para el pobre alcalde, el cabecilla Santés le ha pasado otra comunicación diciéndole que, si no procede a obedecer con toda dilación al comandante militar y a prestarle todos cuantos auxilios necesite, procederá a fusilarle sin formación de causa.
- Si a nuestros lectores no les parece aún bastante con estos dos modelos de la práctica que siguen los carlistas, les diremos que el mismo cabecilla Santés ha dicho al maestro de Sinarcas que si dentro de veinticuatro horas no abandona la población, tendrá el sentimiento de pasarle por las armas.
ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):
- PASCUAL CUCALA MIR. Jefe de la Brigada del Maestrazgo.
- JOSÉ SANTÉS MURGUI. Jefe de la Brigada de Valencia.
BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
ARCHIVO FOTO-IMAGEN:
Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.
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