GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, FOLKLORE, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
EN HOMENAJE A MI TIERRA Y MI PAÍS....
Por: JUAN E. PRADES BEL, autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.
(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...
(Temáticas): EPISODIOS DE LA PRIMERA CARLISTA EN ARAGÓN, EBRO, MAESTRAZGO Y VALENCIA.
"CARTAS DEL GENERAL CARLISTA RAMÓN CABRERA".
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).
INTRODUCCIÓN: La primera guerra carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre 1833 y 1840 entre los carlistas, partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón y de un régimen absolutista, y los isabelinos o cristinos, defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón, cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado y acabó convirtiéndose en liberal para obtener el apoyo popular. Antiguamente fue conocida por la historiografía española como guerra de los Siete Años o primera guerra civil.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:
(Documento oficial 1º, fechado en el año 1838):
AÑO 1838: El Hablador (Madrid). 16/6/1838. Madrid 16 de junio de 1838. ALOCUCIÓN QUE HA DIRIGIDO CABRERA A SUS TROPAS.
- "Soldados:
Según voces, parece qué el enemigo no ha conocido todavía los peligros que le ofrecen
estos montes de la fidelidad, no obstante, las lecciones que ha recibido tantas
veces cuando ha intentado penetrarlos, y especialmente por los collados de Catí
y Villar de Canes, pues está propalando ya a invadirlos para ocupar ¡as plazas
de su centro.
- Es
indecible el gozó que me ha inspirado esta noticia, pues contando con vuestro
valor para resistir los ataques que trate de hacer en las murallas que se os
han confiado, queda a mi cargo hacerles regar el territorio con su sangre, si
llega su temeridad a quererle hollar.
- No
tenéis de que temer; porque a todo trance yo volaré a vuestro socorro, y no dudéis
de verle pagar su atrevimiento; y puede que sea esta la ocasión en que se
estrelle el poder de los impíos contra las rocas de este país clásico de la
lealtad, y sea tal vez el medio de dar fin a la revolución con el completo triunfo
de la causa del mejor de los soberanos, pudiendo ser también que aquí se defina
la suerte de la Europa.
- Acordaos
soldados que sois los que en campo abierto habéis tantas veces batido a ese mismo
enemigo, asombrado con el delito de haber destruido la paz y antigua felicidad
de su patria: y ¿tras el muro seréis menos valientes? No.
- Los
rebeldes lo conocerán; si se atreven a probarlo, y su desengaño será la satisfacción
y gloria del Rey N. S. y de vuestro compañero y general. RAMÓN CABRERA".
(Documento oficial 2º, fechado en el año 1837):
AÑO 1837: Parte Carlista (de Ramón Cabrera): “Comandancia General de Aragón, Valencia y
Murcia.= Excmo. Sr., con esta fecha digo al Excmo. Sr. Ministro de la Guerra lo
que copio.- Refiriéndome a cuanto tengo que manifestar en mi comunicación
anterior sobre la intención del enemigo en reconquistar Cantavieja y de haber
obligado a la división de vanguardia mandada por Borso (di Carminatti) a retirar hacia
Vilafranca, sabedor de que el rebelde Oraá se hallaba en disposición de
emprender el movimiento, ordene al brigadier D. Emilio Moreno que con dos
batallones ocupase y defendiese el interesante punto de Ares caso de ser
atacado; que el coronel Tallada con igual fuerza tomase posición en las
gargantas que dominan la embocadura o rambla camino de Benassal; que el de
igual clase D. Vicente Barreda con el 4º y 5º de Valencia se situase en Cati,
quedando yo en Chert con dos batallones de Tortosa y 1ª de Mora para seguir más
de cerca el movimiento de Oraá, que dejo en Vinaroz los trenes de artillería, y
en Peñíscola la mayor parte de los comestibles, llevando solo un convoy de
víveres en acémilas para abastecer la plaza de Morella, y desde allí pasar a
formalizar el sitio a la de Cantavieja, en cuyas inmediaciones debían reunirse
todos los aprestos para esta expedición.
- El 23 fue a pernoctar con unos 10.000 hombres de todas armas a Sant Mateo, descanso el 24 y continuo ayer la marcha por el atajo a Cati, donde la fuerza de Barreda le recibió con un fuego vivo y sostenido dirigido por mi ayudante D. José Domingo; poco después llegue con 3 batallones al combate y obligamos al cabecilla Oraá a establecer el campo junto al pueblo, en el que alojo parte de su gente; la mía a pesar del frío y fuerte viento permaneció a la vista.
- Entre seis y siete de la mañana, ordenaba a sus masas de infantería y caballería, y continuo la marcha por la Carretera de Ares y Benassal, pero hostigadas por los fuegos de elegidos tiradores por retaguardia (que mandaba Nogueras, el verdugo de mi madre) y costado derecho, las obligaron a marchar con primicias por las crestas de los montes. Esto junto a la resistencia inesperada que hallo al querer penetrar por la rambla, me dio tiempo a concentrar mis batallones, establecer la columna de ataque y formar reservas para apoyar a las del Turia mandadas por el coronel Tallada, trabándose desde luego un reñido combate que puso al enemigo en precisión de variar su rumbo y dejando el camino que llevaba a la derecha para Villar de Cañes.
- Ataques repetidos hicieron conocer a Oraá
junto a este pueblo la necesidad de formar sus masas para proteger el desfile
del bagaje y caballería. Aunque entrada la noche fue molestado de continuo en
su retirada hacia Adsaneta, y no hacia Morella según vociferaba y tenía
proyectado en tanto amparado de fuerzas y de pertrechos de guerra. Su derrota
hubiera sido inevitable pernoctando en Villar de Canes, hubiera tenido tiempo
el brigadier Forcadell de llegar con su división. No obstante lo escabroso del
camino no le permitió ni marchar ni llevar más frente que el de desfilada,
quedan frustradas las combinaciones del caudillo rebelde para la reconquista de
Cantavieja y abatido el orgullo de los ilusos que le acompañan (entre ellos los
mercenarios extranjeros de Borso) por 5 escasos batallones, única fuerza que ha
tomado parte en el combate, de cuyas resultas le han quedado fuera de combate
más de 500 hombres, según me lo aseguran los 7 bagaderos que con cargas del
convoy han sido presa de mis ordenanzas.
- Ha
consistido mi perdida en D. Tomás Sanarau, capitán de Cazadores del Cid y 5
voluntarios muertos en el campo y 8 en Benasal a consecuencias de sus heridas,
6 oficiales y 47 de la clase de tropa heridos. Rasgos de valor en unos y otros
han señalado este día de gloria para las armas del Rey Nuestro Señor.
-
Las clases todas, aunque debilitados por no haber tomado en tres días más que
patatas, que comían crudas muchas veces, y fatigadas del continuo y violento
ejercicio, han rivalizado para cumplir sus deberes y llenar mis deseos. Miro
justo la propuesta de premios que mandare a V. E., con el parte detallado, para
que sirva elevar el conocimiento de S.M., la victoria que han conseguido sus
esforzados y valientes defensores, dignos todos de la soberana consideración.
Dios, etc.
Cuartel
General de Villar de Canes 26 de octubre de 1837.- Excmo. Sr. Ramón Cabrera.-
Excma. Junta Gubernativa de estos reinos”.
(Documento oficial 3º, fechado en el año 1835):
AÑO 1835: La
Abeja (Madrid). 12/10/1835. Una persona fidedigna nos remite la siguiente carta
del cabecilla Cabrera al cura de la aldea de Chera D. Manuel Fernández de Córdoba,
y de la contestación que igualmente insertamos.
- Al
dirigírnosla, hace el elogio de este párroco, que en medio de un corto número
de fieles despreció las amenazas de aquel bandido, y que, según añada la carta,
hace tiempo que sufre incisas persecuciones por sus patrióticas ideas.
- "Ejército
real de don Carlos V.= Me consta que acaba de llegar V. de inspeccionar los
puestos avanzados del enemigo: esta conducta no es regular de un sacerdote que
debe dar buen ejemplo, y V. será castigado con la vida según la autoridad del
rey que tengo, si voy ahí, cuando no se presente inmediatamente con 2000 rs., a dar descargo de su persona ante mí.= Ramón Cabrera.= Sot de Chera 21 de
setiembre de 1835.= Sr. cura de Chera".
Contestación del receptor: "Aunque no merece contestación el insolente escrito de V. que acabo de recibir
(son las tres de la mañana), que no sé si le califique de sermón, pedimento o
auto de prisión, lo hago sin embargo, para que entienda que la autoridad en que
V. se apoya, es para mí de menor peso que la de un ciudadano particular, y a V.
solamente le reconozco por un jefe de bandidos, indigno del nombre español y escoria de la patria, cuyos senos despedaza
V. como una fiera, y que por lo mismo le odio y le detesto como espúreo.
- Ciertamente
he regresado de inspeccionar y dirigir los puestos avanzados de esta valiente
Guardia nacional, y en esto, lejos de dar mal ejemplo, he llenado mis deberes
como sacerdote y como ciudadano: como sacerdote, porqué estoy dispuesto a morir
primero que hacer traición a las leyes patrias, leyes de Dios; así suscribieron
también los macabeos: como ciudadano, porque su defensa es un deber que la
patria nos impone, y el que no lo cumple debe ser borrado del libro de la vida.
- Venga
V. enhorabuena cuando quiera: en el Salto de la Mora le espero al frente de mis
feligreses con 2000 balas en cambio de los 2000 reales que me pide.
- Viva
Isabel II.= Casa abadía de la aldea de Chera 22 de setiembre de 1835.= Manuel Fernández
de Córdoba, capellán de la Guardia nacional y cura de la Iglesia.= Al asesino Cabrera".
(Eco.)
(Documento oficial 4º, fechado en el año 1837):
AÑO 1837. Parte
Carlista (de Ramón Cabrera): “Comandancia General de Aragón, Valencia y
Murcia.- Excmo. Sr., con esta fecha digo al Excmo. Sr. Ministro de la Guerra lo
que copio.- Refiriéndome a cuanto tengo que manifestar en mi comunicación
anterior sobre la intención del enemigo en reconquistar Cantavieja y de haber
obligado a la división de vanguardia mandada por Borso a retirar hacia
Vilafranca, sabedor de que el rebelde Oraá se hallaba en disposición de
emprender el movimiento, ordene al brigadier D. Emilio Moreno que con dos batallones
ocupase y defendiese el interesante punto de Ares caso de ser atacado; que el
coronel Tallada con igual fuerza tomase posición en las gargantas que dominan
la embocadura o rambla camino de Benassal; que el de igual clase D. Vicente
Barreda con el 4 y 5 de Valencia se situase en Cati, quedando yo en Chert con
dos batallones de Tortosa y 1ª de Mora para seguir más de cerca el movimiento
de Oraá, que dejo en Vinaroz los trenes de artillería y en Peñíscola la mayor
parte de los comestibles, llevando solo un convoy de víveres en acémilas para
abastecer la plaza de Morella, y desde allí pasar a formalizar el sitio a la de
Cantavieja, en cuyas inmediaciones debían reunirse todos los aprestos para esta
expedición. El 23 fue pernoctar con unos 10.000 hombres de todas armas a Sant
Mateo, descanso el 24 y continuo ayer la marcha por el atajo a Cati, donde la
fuerza de Barreda le recibió con un fuego vivo y sostenido dirigido por mi
ayudante D. José Domingo; poco después llegue con 3 batallones al combate y obligamos
al cabecilla Oraá a establecer el campo junto al pueblo, en el que alojo parte
de su gente; la mía a pesar del frío y fuerte viento permaneció a la vista.
Entre seis y siete de la mañana, ordenaba a sus masas de infantería y
caballería continuo la marcha por la Carretera de Ares y Benassal, pero
hostigadas por los fuegos de elegidos tiradores por retaguardia (que mandaba
Nogueras, el verdugo de mi madre) y costado derecho, las obligaron a marchar
con primicias por las crestas de los montes. Esto junto a la resistencia
inesperada que hallo al querer penetrar por la rambla, me dio tiempo a
concentrar mis batallones, establecer la columna de ataque y formar reservas
para apoyar a las del Turia mandadas por el coronel Tallada, trabándose desde
luego un reñido combate que puso al enemigo en precisión de variar su rumbo y
dejando el camino que llevaba a la derecha para Villar de Cañes. Ataques
repetidos hicieron conocer a Oraá junto a este pueblo la necesidad de formar
sus masas para proteger el desfile del abagaje y caballería. Aunque entrada la
noche fue molestado de continuo en su retirada hacia Adsaneta, y no hacia
Morella según vociferaba y tenía proyectado en tanto aparado de fuerzas y de
pertrechos de guerra. Su derrota hubiera sido inevitable pernoctando en Villar
de Canes, hubiera tenido tiempo el brigadier Forcadell de llegar con su
división. No obstante lo escabroso del camino no le permitió ni marchar ni
llevar más frente que el de desfilada, quedan frustradas las combinaciones del
caudillo rebelde para la reconquista de Cantavieja y abatido el orgullo de los
ilusos que le acompañan (entre ellos los mercenarios extranjeros de Borso di Carminatti) por
5 escasos batallones, única fuerza que ha tomado parte en el combate, de cuyas
resultas le ha quedado fuera de combate más de 500 hombres, según me lo
aseguran los 7 bagaderos que con cargas del convoy han sido presa de mis
ordenanzas. Ha consistido mi perdida en D. Tomas Sanarau, capitán de Cazadores
del Cid y 5 voluntarios muertos en el campo y 8 en Benassal a consecuencias de
sus heridas, 6 oficiales y 47 de la clase de tropa heridos. Rasgos de valor en
unos y otros han señalado este día de gloria para las armas del Rey N. Sr., Las
clases todas, aunque debilitados por no haber tomado en tres días más que
patatas, que comían crudas muchas veces, y fatigadas del continuo y violento
ejercicio, han rivalizado para cumplir sus deberes y llenar mis deseos. Miro
justo la propuesta de premios que mandare a V. E., con el parte detallado, para
que sirva elevar el conocimiento de S.M., la victoria que han conseguido sus
esforzados y valientes defensores, dignos todos de la soberana consideración.
Dios, etc.
- Cuartel
General de Villar de Canes 26 de octubre de 1837.- Excmo. Sr. Ramón Cabrera.-
Excma. Junta Gubernativa de estos reinos”.
ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):
BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
ARCHIVO FOTO-IMAGEN:
Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario