GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, FOLKLORE, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....
Por: JUAN E. PRADES BEL, autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.
(Temáticas): EPISODIOS DE LA PRIMERA CARLISTA EN ARAGÓN, EBRO, MAESTRAZGO Y VALENCIA.
"VILLAFAMÉS, AÑO 1839: PARTE DE GUERRA DE LOS DEFENSORES DEL FUERTE Y CASTILLO DE VILLAFAMÉS ANTE EL ASEDIO DEL EJÉRCITO DE CABRERA, DURANTE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA".
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).
INTRODUCCIÓN: La primera guerra carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre 1833 y 1840 entre los carlistas, partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón y de un régimen absolutista, y los defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón, cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado y acabó convirtiéndose en liberal para obtener el apoyo popular. Antiguamente fue conocida por la historiografía española como guerra de los Siete Años o primera guerra civil.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:
(Documento oficial 1º, fechado en el año 1839):
AÑO 1839: (Diario mercantil de Valencia. 23/4/1839). (El Mundo (Madrid. 1836) 27/4/1839, página 2).=
NOTICIAS DEL REINO. Valencia 20 de abril (1839). DETALLES SOBRE EL SITIO DE VILLAFAMES. Comandancia general de la provincia de Castellón.= Excmo. Sr.: El comandante militar de Villafamés (Juan de Leyva) con fecha 19 del presente mes me dice lo que copio:
- “Al
tratar de manifestar a V. S. el heroísmo, decisión y valor de cuantos han
contribuido a la defensa de este pueblo, siento no poseer la elocuencia de un
grande orador para demostrarle de una manera significativa los esfuerzos de un
enemigo sobradamente fuertes, contra unas murallas que si no resistían a los
estragos de su formidable artillería, tenían a sus espaldas 300 pechos de
bronce que no les aterraba cuanto ha inventado el arte de sitiar, y el excesivo
deseo de poseer un fuerte tan interesante como este.
- Hay
escenas que solo la imaginación puede concebirlas, pero que no le es posible a
la pluma expresarlas; ha habido hechos en estos dos gloriosos días que se
hallan en semejante caso: añadirles una sola expresión, es desfigurarlos;
querer realizar los colores, es destruir su pintura; así es que solo me
limitaré a exponer sencillamente cuanto ha ocurrido para que juzgue V. S. sí es
digno de recompensa el brillante comportamiento de tan bizarra guarnición.
- El
15 a las tres y media de la tarde se presentó a la vista de este fuerte, por el
camino de la Barona, el rebelde Cabrera con cuatro batallones y tres
escuadrones; acampando a la entrada del olivar a la distancia de media legua,
avanzando hasta la mitad de este una compañía de miñones, habiéndose adelantado
para reconocer las fortificaciones, y algunos oficiales con muy pocos caballos.
- Al
ponerse el sol principiaron a desfilar compañías para tomar las alturas de la
cordillera que corre del E. al S. cuyos últimos estribos dominan este pueblo.
- En
toda la noche no cesaron de cortar árboles, trabajando incesantemente en la
construcción debían convertirlo en sepulcro de los que de sus baterías que
quedaron corrientes y artilladas al amanecer; por mi parte al observar los
movimientos enemigos y su posición hostil, después de cerradas las puertas
reuní a todos los Sres. oficiales para manifestarles (a pesar de lo muy
persuadido que estaba de su celo) cuán necesario era en esta ocasión una extrema
vigilancia para no dejarnos sorprender porque no dudaba serian infructuosas
cuantas tentativas probaran á viva fuerza; con este motivo se dividió el
recinto en nueve partes y cada uno fue a ocupar el que le deparó su suerte,
quedando en la plaza un retén.
- Asimismo,
dispuse que el comandante de la columna móvil D. Manuel Safont me auxiliase
recorriendo todos los puntos, haciéndolo con la actividad que le distingue.
- El
teniente comandante de ingenieros D. Francisco Alemany con sus 30 zapadores
arregló algunas banquetas, debiendo en caso de necesidad acudir al paraje que
fuera necesario.
- Amaneció
el 16, y con una lluvia de proyectiles que batían la muralla y destruían los edificios
de este pacífico pueblo; dos cañones de á 16, otros dos de á 12 y uno de á 8
colocados en una batería de 120 pies de longitud y 5 (pies) de latitud,
repartida de sacos de tierra y fagina, formada de ramaje de olivo, situada a la
entrada del barranco de Morella, en medio de los caminos de la Puebla y
Cabanes, y a la distancia de medio tiro de fusil, hacían un continuo fuego graneado,
y con repetidas descargas cerradas consiguió abrir en pocas horas una brecha
practicable en el muro que mira al E. y que se halla entre el Terradet y la
Tahoneta, de más de 40 pies de extensión; mientras la campana continuamente
anunciaba, teníamos en el aire una bomba de a 12 o una granada de á 7, arrojados
de otra batería que se hallaba un poco a la derecha de la anterior.
- Desde
un parapeto construido en el monte llamado el Calvario, hacía se tan terrible
fuego de fusilería que era de todo punto imposible asomarse a las almenas y
transitar por las calles que desde allí dominaban. Este, unido al estampido del
cañón que no paraba un solo instante, y al de las muchísimas granadas y bombas
que en medio de la población reventaban, presentaba el cuadro más espantoso que
V. S. puede concebir.
- Siguió
tan horroroso fuego hasta las siete de la noche, à cuya hora redoblaron sus
tiros, lo que me hizo sospechar seria asaltado dentro de poco. No me engañé,
porque a las ocho las escuchas de la brecha me avisaron se oía ruido muy cerca
de ella, principiando al momento a tocar paso de ataque, y llegando a subir
hasta el camino llamado el Paseo que está a 20 varas del boquete; más allí los
detuvo el fuego certero y bien sostenido de los valientes situados en la misma
muralla, en el Terradet y casas aspilleradas al intento que dominan todas las
avenidas de la brecha. Hubo momentos en que tratando de vencer todos los
obstáculos se les vio resueltos a asaltar, y aun intentaron hacerlo, pero los
desgraciados no sabían qué su valor se estrellaba en débiles murallas, sí, mas
también en un valor superior difícil de comparar e imposible de expresar. Los que
tuvieron la temeridad de no respetarlo, pagaron con la vida su atrevimiento, quedando
tendidos al pie de la muralla 10, entre ellos un capitán y un subteniente,
retirando un gran número de heridos.
- La
muerte de estos miserables hizo más cautos a sus compañeros, los cuales después
de una hora de inútiles tentativas se retiraron, para decir a su general no se tomaba
impunemente el fuerte de Villafamés.
- Al
amanecer del mismo 16 a petición del comandante de ingenieros, mandé recoger cuantos
sacos había en el pueblo, tanto de particulares como de la factoría,
arreglándolos según el modelo que dicho señor presentó.
- El
mismo dispuso, en cuanto se reconoció el punto de ataque, se formasen
barricadas de bigas y sacos en las bocas-calles, abriendo fosos en algunos parajes,
aspillerando las casas que dominaban la brecha, de modo que aunque hubieran vencido
todas las dificultades que se les presentaban, llegando a lo alto de ella, entraban
luego en un pequeño espacio cerrado, defendido por más de 100 hombres que con
piedras, granadas y balas debían convertirlo en sepulcro de los que hubieran
penetrado hasta allí.
- No
cesé de recorrer los puntos animando con mi presencia los trabajos hallándose
allí también el infatigable Safont.
- El
17 principió el fuego de cañón a las siete y media dirigiendo sus tiros al
torreón que está situado en medio de la cortina que mira al norte.
- Los
morteros jugaron también, pero con menos actividad que el día anterior.
- Se observó en el Calvario a la derecha del parapeto habían hecho una nueva batería de dos cañoneras que rompió el fuego a las doce contra el mismo lienzo N. E. que está enfilado y tomado por la espalda por aquel punto, destruyéndonos los "traveses" que tenía para desenfilarlo.
- A las cuatro de la tarde vimos formar el cuadro a todos los batallones, arengándolos sus jefes, oímos muchos vivas al rey, saliendo a poco rato al frente los más valientes que eran los que debían asaltarnos, tocando la música y en medio de las aclamaciones de sus compañeros avanzó el batallón de voluntarios hacia la batería nueva que era el punto destinado para la escala, al mismo tiempo que los demás avanzaron con un gran número de escaleras por todo el recinto con igual objeto. (Se concluirá.)
(Documento oficial 2º, fechado en el año 1839):
AÑO 1839: Diario mercantil de Valencia, 24/4/1839, página 2. Concluyen los detalles sobre el sitio de Villafamés. En el mismo instante las dos baterías y el parapeto del Calvario, en donde estaban tres compañías, rompieron el fuego más espantoso que jamás se ha visto; pero todo lo despreciaron estos bravos, ocupando la nueva batería y aspilleras de la muralla, esperando se hallaran a veinte pasos de ella, para no desperdiciar municiones, y tener el placer de verlos caer a sus pies, lo que consiguieron, matando allí un coronel, un capitán, un teniente, muchos individuos de tropa, muchos de los cuales perecieron al mismo pie de la muralla poniendo las escaleras llevándose un gran número de heridos, y entre ellos dos capitanes que lo están de mucha gravedad; quienes demostraron a los demás su loco intento, obligándoles a retirarse a su campamento llenos de ignominia, maldiciendo al ambicioso general tortosino, que tan a costa de su sangre quiere sostener un empleo que jamás ha merecido.
- Para que V. S. forme una idea del obstinado empeño del citado cabecilla, baste decirle que en cuarenta y ocho horas han arrojado 586 tiros de cañón, 60 bombas, y 160 granadas, qué forman el total de 812 proyectiles; así que causa horror ver las casas contiguas a las brechas, pues no se ven más que escombros, sin perjuicio de que no hay casa en el pueblo que no haya sufrido bomba o granada, formando un cuadro el más triste y espantoso que imaginarse puede; en medio de este volcán, el alcalde 1º. D. Pascual Mas se levantó de la cama, y reuniendo su ayuntamiento y los vecinos del pueblo, se emplearon en construir y llenar 8000 sacos, ocupándose para esto el bello sexo, hasta niñas de edad de 7 años, que conducidos a las brechas y barricadas, fueron colocados por los zapadores, que tan dignamente mandó el teniente coronel D. Francisco Alemany, ayudados con la demás tropa y paisanos del pueblo, despreciando la lluvia de balas rasas, que las baterías enemigas dirigían a aquellos puntos: apenas hay vecino que no haya dado sus cuantas talegas, almohadas, y hasta las sábanas, para formar los parapetos ya expresados.
- Al toque de diana de esta madrugada ha levantado su campamento el resto del enemigo que quedaba a nuestra vista, y a las ocho de ella he salido con una parte de esta bizarra y benemérita guarnición a hacer un reconocimiento formal y destruir las baterías de los enemigos, habiéndome quedado admirado al ver los rastros y balsas de sangre, y los muchísimos cadáveres que ellos mismos quemaron y enterraron, pues que he mandado descubrir bastantes sepulturas, y nos hemos encontrado a 4 y a 2 la mayor parte, y en los sitios de las hogueras, las osamentas que no consumieron aquellas.
- Asimismo hemos encontrado muchas tablas, portaderas, once escaleras de más de 25 pies cada una, y un sin número de sacos de tierra, en términos que el campamento y todos los puntos que ocupaba el enemigo, se ha hallado sembrado de toda clase de enseres; habiendo regresado a esta fortaleza rebosando de alegría, y entonando estos valientes himnos y canciones alusivas a la victoria.
- Por nuestra parte hemos tenido dos muertos, uno del cuerpo nacional de marina de un casco de granada, y el otro de la columna móvil de la provincia: 9 heridos, entre otros el subteniente D. Carlos Gil, y el bravo y digno de toda consideración y atención D. Francisco Abella, sargento 2.° de caballería, que un casco de granada se le llevó la pierna, ambos de dicha columna movilizada de Castellón, y 19 contusos, entre ellos el subteniente D. Lorenzo Medina, del cuerpo nacional de marina, todos con rechazos de las piedras levantadas por las balas de cañón en la muralla, y dos cascos de granada.
- El enemigo ha tenido más de 100 muertos y 300
heridos, siendo la mayor parte de gravedad, contándose entre ellos 2 jefes y 12
oficiales.
- Faltaría
a mi deber y a la justicia, si no recomendara a V. S. a toda la guarnición en
general, pues tanto los Sres. oficiales como la clase de tropa y la de
zapadores de marina, columna móvil nacional de esta, no ha habido un individuo
que me haya dejado nada que desear, y todos han dado pruebas de su bizarría,
valor y serenidad; pero más faltaría, si no recomendase más particularmente, al
citado D. Manuel Safont, comandante de la columna móvil de Castellón, y a D. Francisco
Alemany, comandante de los ingenieros, los que no se han separado un momento de
mi lado, comunicando las órdenes a los puntos de mayor peligro con mucha
actividad, y mostrando en todas ocasiones el mayor valor y serenidad.
ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):
FAGINA:
En
milicia: Haz de ramas delgadas muy apretadas que usaban los ingenieros
militares especialmente para revestimientos. También las había para coronar,
incendiar, etcétera.
TRAVESES:
En milicia: flanco de fortificación.
BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
ARCHIVO FOTO-IMAGEN:
Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.
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