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sábado, 30 de noviembre de 2024

"AÑO 1838, DOCUMENTOS SOBRE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO DEL CENTRO: LA FALTA DE VÍVERES, OBLIGÓ AL GENERAL ORÁA, A RENUNCIAR A LA CONQUISTA DE MORELLA".

GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN Y TERUEL:

RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.

(Temáticas): MISCELÁNEA CARLISTA, EPISODIOS DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA 1833-1840 EN ARAGÓN, EBRO, CASTELLÓN, MAESTRAZGO Y VALENCIA.

"AÑO 1838, DOCUMENTOS SOBRE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO DEL CENTRO: LOS PROBLEMAS DE LA LOGÍSTICA DE VÍVERES, QUE INCIDIERON EN LA VOLUNTAD DEL GENERAL ORÁA, PARA RENUNCIAR A LA CONQUISTA DE MORELLA, LA CAPITAL CARLISTA DEL MAESTRAZGO".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN TEMÁTICA: 

- El asedio y sitio de Morella fue un enfrentamiento entre carlistas y liberales durante la Primera Guerra Carlista, ocurrió en el verano de 1838 (del 29 de julio de 1838 al 18 de agosto de 1838), se saldó con victoria para el bando carlista, que salió triunfante del asedio y pudo conservar en su poder la capital del carlismo levantino. 

- La ciudad de Morella fue conquistada por el ejército carlista de Ramón Cabrera el 26 de enero del año 1838, convirtiendo la ciudad de Morella en la capital carlista del territorio controlado por el general Cabrera hasta el año 1840. 

- El 24 de julio del año 1838, un poderoso ejército liberal compuesto de 23 batallones, 12 escuadrones, 25 piezas de artillería y algunas compañías de ingenieros, al mando del general Marcelino Oráa, se ponía en marcha para establecer el cerco de asedio para conquistar Morella. 

- El 29 de julio de 1838 quedaba establecido el cerco, en el que participaban más de 20.000 soldados, 2000 caballos y 18 piezas de artillería. Cabrera mandó enarbolar en el castillo la bandera negra con la calavera en paño blanco flanqueada por un sable y una palma, los contendientes sitiadores y los sitiados comprendieron el significado de esta señal terrible orden del sanguinario Cabrera, de resistir hasta la muerte. 

- El ejército del Centro a pesar de tener algunas ventajas militares, extrañamente tubo que alzar el asedio a Morella voluntariamente, por causa de la logística de víveres, al no llegar los suministros logísticos y de intendencia militar que había pedido, imperiosamente necesarios, para el mantenimiento de las tropas, el asedio para la toma de la ciudad. 

- El día 18 de agosto de 1838, tras oír en Consejo la opinión de sus generales y jefes, el general Oráa, sin víveres y sin esperanzas de éxito, da la orden de emprender la retirada hacia Alcañiz, levantando el sitio y afrontando la humillación de no haber podido tomar la plaza tan bravamente defendida por un número muy inferior de defensores carlistas. Los liberales dejaron en la intentona cerca de 2000 hombres entre muertos y heridos alrededor de las murallas de Morella. La prensa europea se hizo eco de la hazaña de Cabrera, cuyo nombre se rodeó de una aureola de leyenda y morbosa curiosidad. 

- El fracaso del sitio de Morella provocó una crisis ministerial en Madrid, de la que dan buena cuenta los diarios de sesiones de las Cortes de la época, y el gobierno decidió la sustitución del general Oráa por el mariscal de campo D. Antonio Van Halen al frente del ejército del Centro.

- A continuación, el pronunciamiento de D. Marcelino Oraá sobre la frustrada conquista de Morella.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): Asedio sobre Morella.

(Documento 1º, fechado en el año 1838):  

“AÑO 1838. EL SITIO DE MORELLA. Madrid 6 de Diciembre (de 1838).= Discurso pronunciado por el Senador D. Marcelino Oraá en la sesión de las Cortés del 30 de noviembre de 1838.

Gaceta de Madrid: núm. 1481, de 06/12/1838, páginas 3 a 4. MADRID, 6 DE DICIEMBRE. Discurso pronunciado por el Senador D. Marcelino Oraá en la sesión del 30 de Noviembre (de 1838):

- ”Señores, apuradas las heces de la amargura en cinco años de infortunios que me han sobrevenido, sacrificando los restos de mi existencia a la Patria y a la Reina, me ocupaba, entre los cuidados que exige la única prenda (que respetara el fuego rebelde y el asesino) en formar y publicar una memoria documentada que justificase mi comportamiento en Morella, para rectificar la opinión pública, que extraviada por la ignorancia y mala fe, ha puesto en duda mi reputación militar, adquirida en más de cien combates y con el precio de la sangre de 22 heridas; cuando el artículo que se discute me ha puesto en la sensible precisión de hablar por primera vez al Senado, para sostener una cuestión personal, aunque del mayor interés para la causa nacional.

- No acostumbrado a hablar en público ni con conocimiento de los usos parlamentarios, me concretaré al asunto y procuraré ser lo más lacónico posible, sin que mi objeto sea ofender a persona alguna, ni otro que presentar los hechos tales como son en sí.

- Desde que tuve el honor de ponerme al frente del virtuoso y sufrido ejército del Centro, conocí y expuse al Gobierno de S. M. en varias ocasiones que las fuerzas que mandaba no estaban en proporción con las atenciones de unos distritos de más de 2000 leguas cuadradas de superficie, y que no teniendo aseguradas las subsistencias del ejército ni el número de bagajes para conducir las municiones y víveres que exigen las operaciones, no podía corresponder a la confianza que había hecho de mí S. M., ni llenar las esperanzas que los pueblos se habían prometido, y cuya protección se me había confiado, extendiéndome en algunas a hacer mi dimisión. Esta posición fue aún más crítica desde el momento en que los restos enfermos y rezagados de la expedición del Pretendiente, la brigada castellana facciosa, y otras partidas de las facciones de la Mancha, pasaron a aumentar las fuerzas del rebelde Cabrera; constituyéndome en el caso de limitarme a la defensiva en una línea de 120 horas de marcha, dividiendo la fuerza en tres partes para colocarme en el centro, y acudir desde allí adonde fuese más necesaria mi  presencia.

- Siendo mis deseos acelerar el triunfo de nuestra causa, así que el Gobierno principió a aumentar el ejército, formé la idea de aprovechar los momentos, y al efecto arreglé y sometí a la deliberación de S. M. el plan de campaña que me proponía seguir: el dignísimo y malogrado comandante de estado mayor D. Joaquín Alonso fue el encargado de explanar mis ideas, dar al Gabinete las explicaciones oportunas, y pedir los medios de  llevarlos a cabo.

- Después de su salida para la corte, los restos de las facciones de Basilio y de Negri, toda la de Merino y alguna caballería de Palillos, pasaron a engrosar las filas de Cabrera, y este aumento exigía otro proporcional de nuestras fuerzas.

- Con los datos necesarios, manifesté a los comandantes de ingenieros y artillería mis intenciones sobre Morella y Cantavieja, a fin de que me presentasen las relaciones de los medios que creyesen conveniente para llevar adelante la empresa, e inmediatamente que se me pasaron, di las órdenes para que todos los efectos se reuniesen en Alcañiz, suministrando al efecto los fondos necesarios, prefiriendo este punto como más ventajoso y el de menos obstáculos para el objeto, comparado con los de Peñíscola y Vinaroz.

- Hechas estas explicaciones, creo conveniente para mejor inteligencia dividir esta manifestación en cuatro puntos: víveres, fuerzas, operaciones y consecuencias.

- VÍVERES.= Con arreglo a lo que expuse al Gobierno de S. M. conferencié con el intendente militar de Aragón para que se preparase a reunir víveres para las operaciones que proyectaba.

- El 3 de Junio (de 1838) le mandé oficialmente que para el 20 del mismo (junio de 1838) formase los depósitos en las cantidades y puntos que le manifestaba en el estado que acompañaba; en el concepto de que aquellos depósitos debían ser sin perjuicio de los que se necesitasen para la subsistencia diaria de las tropas, y que estos se habían de reservar para cuando se emprendiese el movimiento de las mismas; dando orden al general segundo cabo para que facilitase las escoltas precisas.

- En el depósito de Alcañiz mandé poner 650.000 raciones de harina, igual número (650.000 raciones) de etapa, y 72.000 (raciones) de cebada, como punto destinado para depósito general y concentración de todos los efectos, a fin de que cuando principiasen las operaciones pudiesen ser trasladados a Monroyo, punto destinado para base inmediata del sitio de Morella.

- Conocida por el Gobierno de S. M. la importancia de esta operación, prorrogó la contrata de los asentistas de Aragón, y la extendió a un duplo de las cantidades de harina y etapa que yo había pedido en mi proyecto.

- El 7 de Julio (de 1838), después de 35 días de haber mandado que estuviese formado el depósito de Alcañiz, llegué a aquel punto, y me encontré que no había los víveres necesarios para las tropas que marchaban conmigo y que debían regresar a Teruel.

- Entonces dirigí una fuerte comunicación al intendente militar de Aragón, y di conocimiento al Gobierno. El Sr. Ministro de la Guerra en aquella época me trasladó la contestación del intendente general, fundada en que el  intendente militar de Aragón le había devuelto una carta-orden de 500.000 reales que se le había mandado para comprar víveres, porque creía que, con las compras hechas por los asentistas, y las disposiciones tomadas, no eran necesarios.

- Dejo, para la memoria que pienso publicar, el hacer las observaciones que ofrece su correspondencia; pero parece inconcebible cómo un empleado que el día 3 y 4 Julio (de 1838) dice al intendente general que las operaciones estaban comprometidas, porque los asentistas no habían aprontado las raciones necesarias, devuelve el día 9, es decir, cinco días después de haber producido la queja, los 500.000 rs., sin haber asegurado las subsistencias a que se destinaban; y es también inconcebible cómo no me hizo alguna indicación de estos fondos en nuestra correspondencia oficial o amistosa.

- La División Pardiñas, llegó entre tanto al distrito de Aragón, lo que verificó el 10 de Julio, y era preciso aprovechar el tiempo: para no desperdiciarle, previne que al menos se pusieran 380.000 raciones de harina y etapa para el 21 (de julio de 1838), a fin de poder principiar a operar, y que se me remitiese por extraordinario un estado de las existencias en Alcañiz, el cual me dirigió el intendente interino, por haberse dado de baja por enfermo el propietario: en él se me decía por nota que hallaría las indicadas raciones para el 21 (de julio de 1838), y en mayor número el 24 (de julio de 1838), pues que avisaba el comisionado del asentista en Alcañiz no se le enviasen de Zaragoza, porque con las compras hechas y disposiciones tomadas no faltarían para el completo.

- Con esta confianza y seguridad emprendí los movimientos el 24 de Julio (de 1838), y después de haber llegado a Monroyo me pasó el intendente del ejército un oficio con fecha 1.° de Agosto incluyéndome un estado de las existencias de víveres en Alcañiz, que le había dirigido el comisario de guerra de aquel punto, por el cual resultaba que el 28 de Julio (de 1838) no existían más que 50.410 raciones de harina y 1.655 de cebada, cuando según mi cálculo debían aproximarse a 600.000 de harina y demás artículos, y 60.000 de cebada; y si nos hemos de atener, a las disposiciones del Gobierno, al duplo.

- Entonces autoricé a los gobernadores de Alcañiz y Caspe y comandante militar de Zaragoza para que me proporcionase los víveres necesarios y los condujese a Monroyo el teniente coronel Fernández, escoltándolos con una columna que le dejé al efecto.

- Llegó el 10 de Agosto (de 1838), y se me dio parte por el gobernador de Alcañiz de haberle participado el comisionado de los asentistas que se le había concluido el trigo. Los soldados de las divisiones primera y segunda al mando de los generales Borso y Pardiñas, tuvieron en el campamento de Morella que desprenderse generosamente de la escasa ración de arroz que tenían para proporcionar el alimento a sus hermanos heridos y enfermos, y estuvieron cuatro días sin otro sustento que el trigo tostado y cocido que se proporcionaban en el campo. (cereal que recolectaban los soldados en los sembrados las tierras de pan)

- Levantado el sitio, volvieron las tropas por Monroyo, en cuyo punto, destinado para el depósito de víveres del sitio, tampoco había más que una ración escasa para el ejército.

- Continuaron las tropas de Monroyo su movimiento hasta Alcañiz, donde debieron haberse encontrado subsistencias; pero tampoco se hallaron las necesarias para las fuerzas que llegaron el 22, esto es, cuatro días después de levantar el sitio, y fue preciso enviar por algunos artículos a Caspe. Todos estos hechos se hallan comprobados con el testimonio de todo el ejército, reservándome hacer observaciones para cuando publique la memoria: paso a hablar de las fuerzas.

- FUERZAS. Cuatro batallones al mando del general Pardiñas; tres a las órdenes del brigadier Mir; otros tres incompletos a las del brigadier Azpiroz, y un escuadrón de ligeros, fue el refuerzo que recibí y de que pudo disponer el Gobierno, así como otros 196 caballos pertenecientes al 4.° y 6.° de ligeros, de los cuales una parte correspondía al ejército, y el resto apenas bastaba para reemplazar las bajas.

- Además, 10 compañías de la columna de Cuenca se pusieron a mi disposición hasta cierto punto, y digo hasta cierto punto, porque su objeto principal era cubrir aquella provincia.

- Estas fuerzas, no equivalían a las que yo había pedido, y mucho menos a las que con motivo de los refuerzos recibidos por los facciosos eran necesarias para llenar todas las atenciones.

- Veinte y ocho batallones y catorce escuadrones calculé indispensables en este último concepto: de ellos el Gobierno puso a mi disposición cuantos le fue posible enviar en aquella época; pero no reuniendo más que 20 batallones y 9 escuadrones para penetrar en el Maestrazgo, indispensable era que otras atenciones quedasen descubiertas o expuestas.

- OPERACIONES. Difícil es graduar su mérito, censurarlas ni juzgarlas sin un conocimiento práctico del terreno, sin saber  los obstáculos que se hayan opuesto, y las dificultades que han tenido que vencer las tropas. Indiscreta é imprudentemente se había anunciado con anticipación el proyecto, indicando los puntos de concentración de víveres y efectos, y la dirección que podía llevar la artillería.

- El enemigo se aprovechó de aquel aviso, aumentó las defensas de Morella y Cantavieja, y obstruyó los caminos con cortaduras y talas de árboles formando una porción de parapetos aspillerados, con fuegos de frente y flancos, lo que aumentaba la dificultad de la empresa.

- Destiné al teniente coronel D. Bernardino Fernández con cuatro compañías y dos escuadrones para reunir los trasportes necesarios, escoltar los convoyes de Alcañiz a Monroyo, y proteger en lo posible el Bajo Aragón; y al teniente coronel Don Antonio Dezcallar con un batallón y otro escuadrón, para que protegiese en cuanto fuese dable la huerta de Valencia, situándose en la línea de Segorve a Murviedro.

- Dividido el ejército en tres columnas, comuniqué las instrucciones y di las órdenes oportunas para emprender el movimiento el 24 de Julio (de 1838).

- El primer párrafo de las instrucciones prevenía que el principal objeto era buscar al enemigo en sus guaridas y obligarle a un combate para la ocupación del punto de Monroyo, que era el elegido para el depósito de víveres del sitio de Morella.

- El general Borso que mandaba la columna de la derecha rompió su movimiento de Castellón; el general San Miguel, a cuyas órdenes iba la de la izquierda, lo verificó de Alcañiz, y yo con la central, que era la reguladora, partía de Teruel.

- El 28 (de julio de 1838) por la mañana, después de cinco días de marcha llegué a Castellfort sin haber disparado un tiro, ni tenido un herido. La columna Borso llegó por la tarde sin otra pérdida que un herido, y la del general San Miguel a poco más de medio día a Cinctorres con nueve (heridos); de manera que la reunión de estas tropas en las inmediaciones del punto donde debía suponerse se comprometería al enemigo a una batalla, no pudo ser más completa, ni más oportuna.

- Al día siguiente (29 de julio de 1838), emprendimos la marcha sobre Morella, y campamos a su vista después de haber desalojado de sus parapetos a las fuerzas enemigas que se presentaban sobre nuestro flanco izquierdo, y se hallaban  inmediatas al campamento. La división San Miguel escarmentó igualmente las que se presentaron por retaguardia, y la plaza de Morella enarboló bandera negra (que simbolizaba la voluntad de resistir hasta la muerte).

- El sanguinario Cabrera, lejos de presentar la batalla, dividió sus fuerzas, y las situó en posiciones inaccesibles: nuestras tropas habían consumido ya cinco raciones de las siete que sacaron de los puntos de depósito, y los cuerpos no tenían por consiguiente más subsistencias que para dos días. Un ataque sobre las posiciones del enemigo hubiera sido desventajoso, sangriento y sin resultado alguno; y aun desalojado de aquellas posiciones, y ocupadas por nuestras tropas, me hubiera visto en la necesidad de tener que abandonarlas después de haber consumido los víveres, hallándome sin municiones, distante de los puntos de depósito y con 1000 ó más heridos, sin hospital donde dejarlos: todo lo que me hubiera puesto en una posición muy crítica. Estas consideraciones me obligaron a llevar adelante mi primitivo objeto, y dispuse que se ocupasen las posiciones que hay a tiro de cañón al nordeste de Morella.

- La primera y segunda división al mando del general Borso acamparon y se atrincheraron en las posiciones que dominan el camino de Alcañiz á Morella: con las otras dos divisiones tercera y reserva, continué el movimiento para abrir mi comunicación con Alcañiz, poner en estado de defensa a Monroyo, establecer el hospital, y conducir los víveres y demás que fuese necesario para las operaciones.

- Las tropas pasaron el Bergantes en cuatro columnas por la parte oriental de Morella, y la retaguardia de las divisiones segunda y reserva fue molestada por el enemigo; pero siendo rechazado continuaron su marcha. Una brigada de la división Borso, ó primera, fue también atacada por los facciosos, los que igualmente fueron ahuyentados y escarmentados completamente.

- El general San Miguel pasó a Alcañiz por todos los efectos necesarios.

- El general Borso entre tanto tuvo tres combates gloriosos a la vista de Morella, en los que el rebelde Cabrera estuvo muy expuesto a caer en sus manos, y Monroyo se puso en estado de defensa.

- Al través de grandes dificultades pudo trasladarse la artillería, parques y algunos víveres de Alcañiz al campamento de Morella.

- El 10 (de agosto de 1838) hice que el general Pardiñas atacase y desalojase al enemigo de una posición que ocupaba sobre la derecha, y muy cerca de su campamento: lo consiguió, como era de desear y persiguió al enemigo hasta el camino del Forcall.

- El batallón del Rey mereció los mayores elogios atacando al enemigo bajo el fuego de artillería y fusilería de la plaza, y ocupando la Altura de La Querola, cuya operación protegió muy eficazmente el fuego de nuestras piezas.

- El batallón de Mallorca ocupó otra posición, desalojando al enemigo por la parte de la derecha.

- Por la noche, 10 compañías del Rey, África y Cazadores de Oporto, y un escuadrón del Rey, establecieron la línea de circunvalación de la plaza, ocupando 11 casas y fortificándose en ellas.

- El 11 (de agosto de 1838) el general San Miguel desalojó de tres parapetos y obligó a retirarse hasta la última posición, a la mayor parte de las fuerzas facciosas mandadas por Cabrera, de cuyo punto se oponía en cierto modo a mi proyecto, y embarazaba la marcha del general Pardiñas a Alcañiz para conducir los heridos y traer víveres.

- Los comandantes generales de artillería e ingenieros, practicaron el último reconocimiento, y conformándome con su propuesta, se principiaron a establecer las baterías bajo el fuego de la plaza y del castillo: el 14 rompieron el suyo aquellas con bastante acierto, y el 15 (de agosto de 1838) al medio día los gefes de artillería e ingenieros me dijeron que estaba practicable la brecha, y se preparó el asalto.

- El general Pardiñas llegó en este día de Alcañiz con solo raciones para dos días; y así que lo verificó con el general Borso, que salió a proteger su venida, se intentó el asalto a media noche.

- Al marchar las tropas á él, les hice una pequeña alocución, reducida a manifestarles que a los heroicos esfuerzos de los vencedores de Mendigorría, Luchana y Chiva estaba reservado el poner a los pies del trono las llaves de Morella, que la traición y la cobardía habían puesto en manos de Cabrera. No habiendo producido el asalto el resultado que era de desear, por la tenaz resistencia de la brecha y el horroroso fuego de fusilería del enemigo, granadas de mano y piedras que arrojaban sobre las cabezas de nuestros soldados, dispuse volviesen a su campo.

- El 16 (de agosto de 1838) el comandante general de ingenieros me manifestó los medios de vencer los obstáculos que se opusieron en el asalto anterior; y considerando la necesidad de aprovechar los momentos por la escasez de raciones, ordené un segundo asalto para el amanecer del día siguiente 17 (de agosto de 1838), combinado con una escalada por tres puntos, llevando las tropas todo lo necesario para apagar el fuego que presentó el enemigo en la brecha. Inutilizada esta tentativa por las mismas causas que he indicado anteriormente, mandé retirar las tropas e inmediatamente convoqué á junta de generales, quienes enterados de la situación del ejército, y de que no había víveres más que para un día; que los 503 heridos y enfermos que teníamos, carecían del alimento; que los caballos y ganado de tiro no encontraban forraje, y que no probaban la cebada desde que llegaron al campamento, unánimemente fueron de parecer se levantase el sitio; y sacrificando mi reputación a la salvación del ejército, dispuse, y se verificó su levantamiento sin obstáculo alguno, y sin que el enemigo nos incomodase.

- El 18 (de agosto de 1838) al medio día estaban las tropas reunidas y todo dispuesto para emprender la marcha: esta se verificó venciendo aquel día a los enemigos que se presentaron, así como al siguiente en el tenaz combate que tuvimos al paso del Estret dels Portes, antes de llegar a Monroyo: en este punto dije al general Borso que se dispusiese para marchar por Peña-roya y Vinaroz, sobre la huerta de Valencia, y caer sobre Cabrera, cuyo movimiento presumía; pero desgraciadamente necesitaba dos raciones para llegar a Vinaroz u otro punto de depósito, y no encontrando víveres en Monroyo, pues hasta la guarnición estaba a media ración, fue preciso que continuase la marcha por Alcañiz, dejando en este pueblo todos los heridos y enfermos; y racionando las tropas del modo posible, siguió a marchas forzadas por Teruel a Segorbe.

- Yo, con todo el tren de sitio y municiones que se conservaban, continué la marcha sin novedad alguna hasta Alcañiz, de modo que el 22 (de agosto de 1838) entré ya en él sin que se hubiese perdido nada de cuanto había en el sitio de Morella, después que sufrió el asalto; ejército, heridos, enfermos, artillería, municiones, todo llegó a Alcañiz.

- Como he dicho en el artículo de víveres, tuve que esperar allí a que llegasen algunos desde Caspe: racionadas las tropas dejé al malogrado general Pardiñas con unos 4150 hombres de infantería y caballería en aquel punto para proteger el país y obrar según lo exigiesen las circunstancias en la línea de Caspe a Segura, cuyas instrucciones se le dieron por escrito.

- Seguí el movimiento a Teruel, y así que tuve noticia positiva de que Cabrera se hallaba en la huerta de Valencia, sin detenerme más tiempo que el preciso para racionar las tropas, tomar calzado y recibir algún socorro, continué el movimiento en la dirección de Segorbe.

- El rebelde Cabrera, luego que supo el movimiento de Borso, evacuó la huerta de Valencia y se apresuró a volver a sus guaridas, dirigiéndose por la Calderona a tiempo que aquel general desde Segorbe había hecho movimiento hacia aquel mismo punto. Noticioso sin duda Cabrera de la dirección de aquel, cambió la suya y vino a pernoctar el 29 de Agosto entre Alcublas y Begis.

- La misma noche (del 29 agosto de 1838) llegué yo a la Puebla de Valverde, 16 leguas distante de Segorbe y 12 de Begis, donde se encontraban los facciosos a tres horas y media de Jérica y Viber, puntos por donde entre diez y doce de la mañana del 30 (de agosto de 1838) atravesaron la carretera metiéndose en sus montañas, no pudiendo yo llegar a Viber hasta las ocho de la noche después de haber andado 12 horas.

- Si hubieran tenido presentes, estas circunstancias, los admiradores del paso de Cabrera por entre la columna Borso y la mía, sin duda alguna quedándole tanta importancia como le han querido dar, lejos de admirarse de su movimiento, debían extrañar que siendo tan superior en fuerzas no se atreviese a venir a buscarme y batirme, teniendo un terreno llano que escoger, ó posiciones las más ventajosas.

- En mi marcha para Segorbe recibí la comunicación del entonces Ministro de la Guerra D. Manuel Latre; participándome la comisión que S. M. le había confiado, y previniéndome que si no me hallaba comprometido en alguna operación, estuviese del 2 al 3 (de septiembre de 1838) en Teruel.

- Yo continué el movimiento hasta Segorbe, y desde allí regresé a Teruel, donde creo que entré el 4 (de septiembre de 1838). La división de reserva con dos escuadrones de caballería del 6.° de ligeros que dejé en este último punto para proteger el país, marchó a Molina (de Aragón) a fin de recibir a S. E. y asegurar su marcha hasta Teruel.

- Distante de mí, pudo S. E. informarse por sí mismo de los jefes, oficiales y soldados de mi conducta militar en las operaciones de Morella.

- CONSECUENCIAS. En Teruel entregué a S. E., un oficio con 15 documentos que trataban de la falta de víveres en la expedición, indicándole mis disposiciones, las operaciones que ejecuté, y concluía rogándole, que si examinados los documentos, y en vista de los informes que hubiese tomado S. E., encontrase arregladas mis disposiciones y conducta militar, se sirviese manifestarme oficialmente su aprobación dando publicidad a todos mis actos; pero que en el caso de no hallarse satisfecho, o que se le ofreciese alguna duda, se me hiciesen los cargos correspondientes, y se me oyese en justicia.

- El 17 de Setiembre me contestó S. E., manifestándome entre otras cosas lo satisfecho que se hallaba del buen continente del ejército, al que, y a mí daba gracias por haber conservado la moral, la disciplina y la superioridad o ventaja sobre el enemigo en todas las escaseces y fatigas del sitio de Morella.

- En vista de lo expuesto, habiendo salvado los enfermos y heridos del ejército y todo el tren de artillería, y habiendo batido al enemigo en 21 combates campales, ¿habrá quien llame derrota al suceso de Morella? Pues qué, ¿el gran Napoleón en S. Juan de Acre, Lefebre en Zaragoza, Víctor en Tarifa, Wellington en Burgos, todo en nuestros días, no intentaron asaltos y escaladas, sin haber obtenido, resultado alguno?.

- Lo que a los primeros capitanes del siglo ha sucedido, ¿debe extrañarse sucediese a los que con más valor que fortuna lo intentaron sobre Morella? Y si los asaltos de Morella mereciesen algún castigo, ¿dónde está el premio que corresponde a los 21 combates que han ganado los valientes, del ejército del Centro?

- Las privaciones y penalidades del sitio de Morella dan una idea de que tenernos ejército y de lo que la patria debe esperar y prometerse del virtuoso, sufrido y disciplinado ejército del Centro, siempre que sea asistido regularmente: ¿Y quién podrá atribuir al suceso de Morella el resultado del combate de Maella, hecho táctico, hijo de las circunstancias del momento, y ocurrido 43 días después de levantado el sitio? ¿ Y con cuánta menos razón los acaecidos en otros puntos distantes e independientes? Las consecuencias han sido.... para mi familia.

- Creo, señores, que esta narración tal vez demasiado minuciosa, y que es la franca expresión de un soldado, bastará en el ánimo de este respetable cuerpo, instruido ya por mí del suceso de Morella y de la parte que en él tuve, para convencerse de que considerándolo militarmente no ha podido producir otros sucesos más deplorables, y espero por lo tanto que los señores de la comisión con su sensatez y cordura sustituirán en esta parte del artículo en cuestión la frase que su discreción considere más justa.

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

RACIONES DE ETAPA: En el siglo XIX, la alimentación de los ejércitos era un desafío complejo. Las raciones de etapa, destinadas a los soldados durante sus desplazamientos y campañas, eran de mala calidad y escasas de cantidad. A menudo, las divisiones enteras pasaban días sin pan, lo que afectaba gravemente a la salud de los militares. Estas raciones de etapa solían incluir: 24 onzas de pan ordinario o 18 de bizcocho. 8 onzas de carne fresca o salada. 6 onzas de tocino salado. 1 onza de arroz. 2 onzas de legumbres. 1/2 o 1/4 de pinta de vino para cuatro soldados. 1 libra de sal para 30 soldados.

 

El ejército de la reina se propuso desarticular el levantamiento definitivamente atacando una plaza clave en cada región: Estella en Navarra, Berga en Cataluña y Morella en el Maestrazgo. El 24 de julio de 1838 un poderoso ejército cercó la plaza con más de 20.000 soldados, 2000 caballos y 25 piezas de artillería al mando de Oráa. Cabrera dejó una buena guarnición, aunque se reservó para sí unos 3000 hombres con los que hostigaría a los sitiadores desde fuera. También mandó enarbolar la célebre bandera negra con la calavera que simbolizaba la voluntad de resistir hasta la muerte. Gracias a la topografía del terreno, que impedía un cerco completo de la plaza, Cabrera tuvo en todo momento comunicación con los de dentro. La victoria ante un enemigo tan superior le supuso un ascenso a teniente general y la concesión del título de Conde de Morella. Tenía 32 años y desde el seminario había ascendido a lo más alto del escalafón militar en apenas cinco.

 

Congreso de Diputados.- Presidencia del Sr. Isturiz. Sesión del 6 de Diciembre.

Gaceta de Madrid: núm. 1483, de 07/12/1838, páginas 2 a 3. Departamento: Cortes. CONGRESO DE DIPUTADOS. PRESIDENCIA DEL SEÑOR ISTURIZ. Sesión del 6 de Diciembre de 1838.

- El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Ministro de la Guerra tiene la palabra para hacer una comunicación.

- El Sr. Secretario del Despacho de la GUERRA: El Gobierno ha recibido esta mañana por extraordinario el parte de una acción que ha habido cerca de Valencia, que voy a tener el honor de leer para que el Congreso se entere.

- El Sr. Secretario del Despacho ocupó la tribuna y leyó dicho parte. (Véase la Gaceta, extraordinaria de ayer.)

- El Sr. SANCHO: Señores, este parte es de una acción distinguida é importantísima. Distinguida por haber combatido un corto número de tropas a los enemigos: importantísima, porque en las circunstancias actuales una acción de esa especie en que se ha batido a casi todas las tropas del cabecilla Cabrera, reanima el espíritu público, y da una verdadera idea de que los facciosos siempre cuando son atacados por tropas tan bien mandadas, son batidos inmediatamente. Por eso, yo quisiera, que diéramos un testimonio de gracias al digno general Borso; al distinguido coronel Pezuela y a todos los individuos que han tenido parte en la acción, tanto del ejército, como de la Milicia nacional que se ha apresurado a ofrecer su cooperación y salir a campo raso a batir a Cabrera. Si no ha entrado en acción, al menos ha tenido parte en la gloria que cabe al ejército que ha ido de vanguardia. Con este motivo, no puedo dejar de recordar que la Milicia nacional de Valencia se batió en otra ocasión con Cabrera en Chiva, y por lo mismo aprovecho el momento; para decir que hay un expediente formado sobre las recompensas que deben darse a estos beneméritos individuos; el cual ruego al Sr. Ministro haga se despache a la mayor brevedad posible.

- El Sr. Secretario del Despacho de la GUERRA: El Ministro hará lo posible para que se cumplan los deseos del señor Diputado por Valencia. En cuanto a la conducta de la Milicia nacional en la acción de que acabo de dar cuenta al Congreso, debo decir ser cierto que la Milicia salió de Valencia con el general a la cabeza, y que, si no ha tenido parte en la acción, ha contribuido mucho al triunfo.

- El Sr. SANCHO: Pido, pues, que se pregunte si se darán las gracias al general Borso, al coronel Pezuela y a cuantos han contribuido á esa acción tan gloriosa.

-  Hecha la pregunta se acordó que sí y que fuera por unanimidad.

- Procediéndose a la orden del día, continuó la discusión sobre la ley orgánica de ayuntamientos.

El Sr. PRESIDENTE: La comisión tiene la palabra….

ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: MORELLA

Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.





"MISCELÁNEA, AÑO 1838, DOCUMENTOS SOBRE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO DEL CENTRO, ADENTRAMIENTO EN EL MAESTRAZGO. DIARIOS, CARTAS, CONFIDENTES Y OBSERVADORES SOBRE EL CAMPO DE MORELLA Y LOS MOVIMIENTOS DE EJÉRCITO, FACCIONES Y PARTIDAS CARLISTAS".

GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN Y TERUEL:

RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.

(Temáticas): MISCELÁNEA CARLISTA, EPISODIOS DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA 1833-1840 EN ARAGÓN, EBRO, CASTELLÓN, MAESTRAZGO Y VALENCIA.

"MISCELÁNEA CARLISTA, AÑO 1838, DOCUMENTOS SOBRE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO DEL CENTRO, ADENTRAMIENTO EN EL MAESTRAZGO. DIARIOS, CARTAS, CONFIDENTES Y OBSERVADORES SOBRE EL CAMPO DE MORELLA, MOVIMIENTOS DEL EJÉRCITO, FACCIONES Y PARTIDAS CARLISTAS".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN TEMÁTICA: El asedio y sitio de Morella fue un enfrentamiento entre carlistas y liberales durante la Primera Guerra Carlista, ocurrió en el verano de 1838 (del 29 de julio de 1838 al 18 de agosto de 1838), se saldó con victoria para el bando carlista, que salió triunfante del asedio y pudo conservar en su poder la capital del carlismo levantino. 

- El ejército del Centro a pesar de tener ventaja militar, extrañamente tubo que alzar el asedio a Morella voluntariamente, por causa de la logística, al no llegar ni recibir suministros logísticos y de intendencia militar, imperiosamente necesarios para el mantenimiento de las tropas y el asedio y la toma de la ciudad.

- La ciudad carlista de Morella sería tomada por los liberales dos años mas tarde.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): Asedio sobre Morella.

(Documento 1º, fechado en el año 1838):  

AÑO 1838: Castellón de la Plana, 2 de Agosto de 1838. Continúo dando a V.V. el diario de las noticias recibidas sucesivamente en este gobierno político relativas al teatro de la guerra.

- Dia 31 de Julio (de 1838).= Un bagajero de Almazora, que salió del término de Morella el domingo 28 de julio por la tarde, aseguró que las tropas de nuestro ejército estaban ya tomando las alturas inmediatas a aquella plaza, y acampándose: que hacia donde estaba la división de San Miguel se oía fuego en aquella misma tarde; y que posteriormente en el día 30 y 31, viniendo hacia esta capital, oyó fuego de fusilería y de cañón, creyendo seria en Morella.

- Lo mismo ha manifestado un vecino de Castellfort que salió de su pueblo el día 30 (de julio de 1838) por la tarde, añadiendo que en el paraje llamado La Segarra encontró 12 ó 14 facciosos que conducían algunas cargas de harina, sin saber dónde se dirigían, y en los Llanos de Villafamés vio como otros 20 facciosos que le pareció serian del terreno.

- 1.° de Agosto (de 1838).= Según carta del gobernador militar de Murviedro fecha del 31 de Julio, dirigida al comandante general de esta provincia, resulta haber visto aquel una comunicación del general en jefe del ejército del Centro fecha del 28 (de julio de 1838) por la tarde en Castellfort, y dirigida al Segundo Cabo de Valencia, en que manifestaba haber llegado hasta aquel punto sin tropiezo alguno: que Borso estaba a su derecha a hora y media de distancia, y San Miguel había llegado el mismo día a las doce al pueblo de Cinctorres sin más novedad que nueve heridos que tuvo el segundo día de marcha, habiendo escarmentado al cabecilla Bosque, que quiso oponérsele: que Cabrera, Llangostera y Merino se hallaban en Portell, y Forcadell en Ares.

- El general Segundo Cabo de Valencia salió el 30 (de julio de 1838) por la tarde para Liria, adonde debía acudir la brigada de la Ribera desde Segorbe, para, en combinación con la de Valdés que se hallaba en Requena, atacar al rebelde Arnau, que había vuelto a Chelva.

- En oficio, fechó a las nueve de la noche del 31 (de julio de 1838) dice el alcalde de Villafamés acababa de saber que todo el día 30 hubo fuego de fusil hacia Morella, y aun de cañón por la tarde: al rayar el día 31 (de julio de 1838) continuó este, que se repitió a las diez de la mañana; y posteriormente era ya tan horroroso, que se oyó hasta unas dos horas antes de llegar al referido pueblo de Villafamés. Añade el confidente que daba la noticia, que al pasar por Ares observó a la facción y jefes de ella paseándose muy disgustados sin hablar con nadie, y conociéndoseles confusión y abatimiento. Que una facción navarra mandada por D. Basilio se hallaba en la villa de San Mateo, para las que de su orden habían reunido 800 raciones y muchas hilas en el pueblo de Benlloch.

- Iguales noticias refiere por medio de carta el comandante de armas de Villafamés, refiriéndose a un confidente que acababa de llegar la noche del 31 (de julio de 1838), habiendo salido desde media hora escasa distante de Morella, en donde se hallaban acampadas nuestras columnas.

- De Vinaroz con fecha 31 (de julio de 1838) dicen que Cabrera y los demás cabecillas reunidos permanecían el día 30 en Cinctorres, hallándose el general en jefe del ejército del Centro en las inmediaciones de Morella, desde cuya plaza le hicieron los facciosos algunos disparos de obús y de cañón, cuando el mismo general en persona practicaba el reconocimiento para establecer el sitio.

- Casi igual a esto mismo es lo que dicen de Peñíscola, fechado aun en el mismo día 30 (de julio de 1838), añadiendo que desde los campos de aquella ciudad se oían los disparos de cañón, y que el fuego de fusilería de dicho día y el anterior se creía, según noticias de varios arrieros, que era para proteger la llegada de nuestra artillería de batir.

- Un confidente llegado a este gobierno político a las diez de la noche, manifestó que nuestras tropas se hallaban en la Rambla de Morella con las baterías puestas en S. Marcos, y que la caballería bajaba a dar agua a la fuente o arroyo que hay en el llano que mira hacia el pueblo del Forcall, que últimamente continuaba fuego de artillería.

- Hay cartas que suponen haberse principiado el fuego sobre Cinctorres en la mañana del 29 (de julio de 1838), cuyo punto abandonó el enemigo, siguiendo después una división nuestra, con la que se empeñó un combate que duró todo el día, defendiendo los facciosos obstinadamente la posición que habían elegido en campo fortificado, pero que tuvieron que cederla con pérdida de bastantes muertos y muchos heridos. Después, tomada posición en otro punto, volvieron a defenderse a la vista de Morella hasta el mediodía del 30 (de julio de 1838) en que cedieron; a cuyo tiempo un cuerpo de caballería que estaba apostado al tiro de cañón de la plaza, los cargó é hizo unos 400 prisioneros.

- Las tropas de nuestro ejército quedaron en el hostal o posada nueva.

- La junta rebelde se creía diseminada entre Puebla de Benifasar, Ballestar y el Puerto.

- Los prisioneros que había en los fuertes de la facción los han conducido a Beceite.

- Llegan bastantes facciosos a los pueblos, o porque carecen de subsistencias, o porque temen los resultados.

- Las cartas se refieren a noticias dadas por sujetos, bien pasajeros de los puntos del teatro de la guerra o situados en parajes inmediatos, sobre lo que se observa bastante variedad.

- Un arriero de Alcañiz salió de dicha población el día 28 (de julio de 1838) bajando por Vall de Golfa, la Cenia, Rosell y parte de afuera de S. Mateo, en donde le dijeron que había facciosos. Añadió que había sabido que la artillería nuestra no había aun salido de Alcañiz el día 30 (de julio de 1838).

- Un vecino de Mosqueruela, de donde salió el 31 (de julio de 1838), asegura que viniendo por el camino hacia esta capital oyó un fuego muy terrible; y al pasar por la villa de Useras observó que había algunos facciosos recogiendo harina para llevársela.

- De Tortosa salió el 29 (de julio de 1838) un vecino de dicha ciudad, cuyo secretario de ayuntamiento le manifestó que estaban aguardando tropas, sin saber con qué fin se dirigían allí. Al pasar por Alcalá de Chisvert observó que los facciosos tenían hechos pedidos de raciones, y un bando para que les recogiesen hilas.

- Según los partes de los alcaldes de Jérica, Gaibiel y Almedíjar continúa recorriendo aquellos pueblos García Trespando, titulado administrador y recaudador de diezmos de los partidos de Segorbe y Viver, con una partida de facciosos, compuesta de 100 infantes y 20 caballos.

- El de Segorbe da noticia de que el día 28 de Julio último entró en aquella ciudad un fraile de misa con cinco cahíces de trigo, aprehendidos uno y otro en la villa de Torralba, en donde le halló recogiendo el diezmo la 2.ª compañía de cazadores de la provincia que lo hizo prisionero. En el mismo día entró en aquella ciudad la división de la Ribera.

- Logroño 3 de Agosto de 1838. Según noticias de las inmediaciones de Estella, el Pretendiente salió de aquella ciudad para Azpeitia, dejando encargada su defensa a García, y el mando de los batallones de auxilio que están en sus inmediaciones a Maroto y Guergué.

- Logroño 3 de Agosto de 1838. Continúan los preparativos de marcha del ejército, para la cual está la diputación (de Logroño) repartiendo a la provincia 300.000 raciones de toda especie, que con dificultad podrán reunirse para el 11 del corriente (agosto de 1838), según se piden.

- Cuenca 3 de Agosto de 1838. El comandante general de esta provincia se hallaba el 30 (de julio de 1838) en Landete con la columna de su mando debía ponerse en marcha a las doce de la noche para ocupar a Chelva por disposición del general segundo cabo de Valencia que con su columna de operaciones se encontraba en La Yesa. La facción Arnau en número de 600 había salido el día anterior precipitadamente de Chelva en dirección a Cantavieja, y en su persecución el citado general segundo cabo. En el cantón de Moya han quedado tres compañías.

(Documento 2º, fechado en el año 1838):  

- Valencia 4 de Agosto de 1838. Ya he tenido el gusto de hablar a V. V. de la marcha resuelta de nuestras tropas hasta el corazón del Maestrazgo, no atreviéndose el enemigo a presentarlas obstáculo alguno, y ahora tengo el más grande aun de participar las noticias recibidas por el conducto de Vinaroz, Castellón y Benicarló, que aunque no revestidas de un carácter oficial, ofrecen tal acuerdo y conformidad, que no deben dejar duda alguna; por ellas hemos sabido el espíritu de vértigo y dislocación que reina entre los defensores de la rebelión, la alarma esparcida por todo el Maestrazgo, la llegada de nuestras tropas a la vista de los muros de Morella, y la cordial acogida hecha a nuestro ejército por la mayor parte de los pueblos, elemento no el menos importante en esta especie de guerra para vincular la victoria a nuestras armas.

- El fuego que vivo y tenaz se ha oído en dirección de la plaza rebelde da a entender que estos han resuelto cubrir sus avenidas y defenderse cuanto puedan; pero según la correspondencia de los pueblos citados nada ha podido resistir al denuedo de nuestros valientes que han arrojado de todas sus ventajosas posiciones al enemigo, adelantándose algunas cartas a decir que dos cargas de caballería les han causado una mortandad espantosa, y hecho 400 prisioneros en el Pla de la Aveira. Estamos siempre ansiosos de recibir nuevos partes del general en jefe.

- El cabecilla Arnau huyó vergonzosamente sin esperar a la columna mandada por el general segundo cabo, quien se ha dirigido hacia los Arcos para tener una entrevista con el brigadier Valdés”.

ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

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viernes, 29 de noviembre de 2024

"AGOSTO, AÑO 1838, DIARIO SOBRE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO DEL CENTRO EN EL CAMPO DE MORELLA. COMUNICACIONES DEL GENERAL BORSO DI CARMINATTI".

GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN Y TERUEL:

RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.

(Temáticas): MISCELÁNEA, EPISODIOS DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA 1833-1840 EN ARAGÓN, EBRO, CASTELLÓN, MAESTRAZGO Y VALENCIA.

"AGOSTO, AÑO 1838, DIARIO SOBRE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO DEL CENTRO EN EL CAMPO DE MORELLA.  COMUNICACIONES DEL GENERAL BORSO DI CARMINATTI".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN TEMÁTICA: El asedio y sitio de Morella fue un enfrentamiento entre carlistas y liberales durante la Primera Guerra Carlista, ocurrió en el verano de 1838 (del 29 de julio de 1838 al 18 de agosto de 1838), se saldo con victoria para el bando carlista, que salió triunfante del asedio y pudo conservar en su poder la capital del carlismo levantino. 

- El ejército del Centro a pesar de tener ventaja militar, extrañamente y voluntariamente tubo que alzar el asedio a Morella, por causa de errores en la coordinación logística de suministros alimentarios y provisiones básicas para el mantenimiento de la intendencia militar, imperiosamente necesarios para el sustento de las tropas durante el asedio y la toma de la ciudad. 

- En otro artículo redacte las explicaciones del general de su puño y letra, con los motivos que le impulsaron a levantar el cerco y asedio sobre Morella.

- La ciudad carlista de Morella sería tomada por los liberales dos años mas tarde.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): Asedio sobre Morella.

(Documento 1º, fechado en el año 1838):  

AÑO 1838: “CORRESPONDENCIA DE LA GACETA: Gaceta de Madrid: núm. 1363, de 10/08/1838, página 4.

CORRESPONDENCIA DE LA GACETA. Valencia 7 de Agosto (de 1838). Reunidas las divisiones de nuestro ejército en las inmediaciones y a la vista de Morella quedaron campadas allí la 1.ª y 2.ª a las órdenes de los generales Borso y Pardiñas, mientras la 3.ª, al mando del general San Miguel, y la del brigadier Nogués, conducida por el general en jefe en persona marchaban en dirección de Monroyo y Alcañiz en busca del tren de artillería de sitio destinado a batir el baluarte de la rebelión en estas provincias.

- El 30 de Julio (de 1838) último las divisiones Borso y Pardiñas fueron embestidas por las facciones de Forcadell, D. Basilio y Merino; pero fueron estas rechazadas de sucesivas posiciones ventajosas: repitieron sus ataques el 2 del corriente con el mismo resultado, y con una gran pérdida que les causaron dos brillantes cargas de nuestra caballería.

- El 30 (de julio de 1838)), al mismo tiempo que Forcadell, D. Basilio y Merino atacaban los campos de las divisiones 1.ª y 2.ª, Cabrera colocado en el camino de Monroyo, trató de impedir el paso a las de los generales en jefe y San Miguel, siendo por último rechazado y batido, y llegando nuestras tropas a La Pobleta, y después a Monroyo, donde el general en jefe esperaba la 3.ª división que había proseguido su marcha a Alcañiz en busca del tren de sitio.

- No cabe duda que para estas horas habrán arrojado ya nuestros soldados algunas bombas y granadas en el recinto de Morella, después que en sucesivas acciones han humillado el orgullo de los rebeldes, rechazándolos constantemente, y arrojándolos de cuantas posiciones ventajosas han querido defender: nuestra pérdida en los fuegos ocurridos desde el 24 al 30 (de julio de 1838) no pasa de 100 hombres fuera de combate; pequeña si se consideran las formidables localidades que ha habido que vencer.

- Según dos facciosos presentados en Teruel, es grande el desaliento de la guarnición y paisanos armados de Cantavieja, caya suerte representan como pendiente de Morella, en términos que rendida esta no hará aquella defensa.

- A última hora.= Van a dar las doce, y en este momento comunica el telégrafo de Murviedro la noticia de haber sido batidas las facciones de Cabrera y Forcadell el 4 del corriente (agosto de 1838) por las divisiones Borso y Pardiñas.

(Documento 2º, fechado en el año 1838):  

AÑO 1838: Gaceta de Madrid: núm. 1363, de 10/08/1838, página 4.

- CORRESPONDENCIA DE LA GACETA. Castellón 6 de Agosto.

- En los pueblos de Martet (Matet) y de Ayódar había una porción de facciosos el día 2 del actual (agosto de 1838), bien es, que en el de Ayodar, permanecen continuamente por tenerle fortificado y establecido allí su hospital.

- La noche del 2 corriente (agosto de 1838) entró una gavilla de facciosos en el pueblo de Mascarell, situado en la carretera que dirige a Valencia a distancia de cuatro leguas de Castellón, y se llevaron 60 raciones de pan, 5 arrobas de vino, media arroba de bacalao, y preso al joven de esta capital Francisco Sanz y Domingo, que se hallaba allí casualmente. En seguida tomaron el camino para la villa de Artesa.

- Dia 3 de agosto (de 1838) a las cuatro de la tarde del día 2 del actual se oía bastante fuego, que se creía ser sobre Morella o sus inmediaciones, y más bien de dicha plaza contra la columna del general Borso, situada en San Marcos para bloquearla, mientras el general en jefe volvía con el convoy y los 10 batallones con que lo fue a recibir.

- El general Oráa estuvo en la Puebla de Benifasar el día 1.° (agosto de 1838) desde las diez hasta las seis de la tarde, y parece que hubo allí bastante fuego de cañón de montaña. Se creía que dos batallones facciosos habían salido de Morella con ánimo de escapar, y que Borso los había hecho volver adentro á buen paso. Nuestras tropas tienen formadas barracas en los puntos que han elegido para el bloqueo.

- En el mismo día 3 del corriente (agosto de 1838) se recibió en esta ciudad la comunicación del general Borso, fecha en el campamento de la Pedrera el día 1.° (de agosto de 1838), que dice así:

-“Excmo. Sr.: Al Excmo. Sr. general en gefe dije con fecha de ayer desde el campamento de la Pedrera lo que copio: Excelentísimo Sr.: Después de la marcha de V. E. el enemigo en la tarde de ayer atacó los campamentos que ocupaban estas divisiones con los batallones de Forcadell, la guarnición de Morella y voluntarios.

- Contra la división Pardiñas el choque fue menos empeñado, y de solo un batallón, sin más objeto sin duda que hostilizarle: contra la de mi inmediato mando emplearon todas sus fuerzas. Hice avanzar y romper el fuego sobre mi derecha al batallón de la Reina Gobernadora, que por el pronto contuvo a los rebeldes, menospreciando el fuego que lanzaban con cañón de a cuatro y un obús de siete pulgadas que situaron los enemigos al Este de Morella; y para mejor rechazar su osada acometida, para mejor defender mis posiciones, me pareció conveniente atacarlos a ellos mismos en las suyas. Di esta comisión al coronel D. Juan de la Pezuela para que lo ejecutase con su regimiento, 4.° de caballería ligera, y el 2.º batallón de Ceuta. Por disposición de aquel jefe, a quien di mis instrucciones, y la de que obrase según las circunstancias, la compañía de granaderos de dicho batallón ocupó rápidamente el plano superior de la Altura de la Cabrida; y la caballería que desfilaba por el barranco que conduce a la montaña, casi al mismo tiempo desplegó al galope con la mayor precisión, envolvió de flanco al enemigo persiguiéndole hasta la cañada inmediata.

- Rehacerse en la segunda posición de Beltrol, y ser otra vez atacado, todo fue obra de un momento, según pude ver desde mi cuartel divisionario que dominaba el teatro de la acción.

- La caballería tomó la meseta de la posición, y la infantería la citada Torreta.

- El enemigo se repuso de nuevo en la altura de Beltrol, y aprovechando las primeras ventajas conseguidas por nuestras tropas fueron atacados los facciosos en su último asilo, desde donde se pronunciaron en vergonzosa huida fugándose con mucha pérdida a la fragosa Sierra de Eroles; habiendo contribuido a tan ventajoso resultado el refuerzo que llego oportunamente á Pezuela de las compañías de cazadores que componen la columna de vanguardia al mando del coronel graduado D. Carlos Oxolm, y en reserva al provincial de Ciudad-Real.

- Mi pérdida consiste en unos 10 muertos y 140 heridos. La del enemigo puede considerarse en más que un doble si se atiende a la viveza con que fue lanzado y perseguido de una en otra posición.

- No puedo menos de recomendar a V. E. el buen comportamiento del coronel D. Juan de la Pezuela, que sobrepujó mis deseos en la dirección de las tropas y aprovechamiento del terreno y de las armas que le estaban confiadas, y con respecto al regimiento tengo la satisfacción de anunciar a V. E. que se halla en las más ventajosas disposiciones para dar días de gloria al ejército.

- Lo que tengo el honor de trasladar a V. E. para su satisfacción, añadiéndole que el mismo día batió el Excmo. Sr. general en gefe al rebelde Cabrera que quiso estorbar su marcha para Monroyo, consiguiendo solo retardar el movimiento de S. E., y pernoctó aquel día en La Pobleta.

- Dios guarde á V. E. muchos años. Campamento de la Pedrera al frente de Morella 1.° de Agosto de 1838.= Cayetano Borso di Carminati.= Excelentísimo Sr. segundo cabo de Valencia.

 (Documento 3º, fechado en el año 1838): 

 AÑO 1838: Gaceta de Madrid: núm. 1363, de 10/08/1838, página 4.

- Dia 4 de Agosto (de 1838). Entre once y doce de la noche anterior entraron en Villarreal (distante una legua) cinco ó seis facciosos, al parecer dispersos, que llamaron a diferentes puertas de las casas de la vecindad, pidiendo que comer; y no habiéndoles abierto ninguna, se alejaron de la población sobre la una.

- En la villa de Chilches, según parte de su alcalde, se presentaron cinco facciosos armados a las diez de la noche: pidieron 100 raciones, y se contentaron con 10, un poco de arroz y vino.

- Vagan algunas partidas de facciosos por los pueblos de Artana, Tales y Suera, según parte dado por el alcalde de Almenara.

- Una porción de bagajeros llegados a Benlloch en la noche del 3 (de agosto de 1838) manifestaron que habían salido del campamento enemigo, y añadían que el día 2 (agosto de 1838) hubo un gran choque entre los facciosos de Forcadell, Viscarro y Lacoba y la división del general Borso con felices resultados para nuestras armas. El batallón de Lacoba decían que había tenido muchos muertos y heridos, entre estos últimos el mismo cabecilla.

- Borso continuaba en las mismas posiciones de S. Marcos, y esperaba de un momento a otro la llegada de Oráa con la artillería.

- Por un arriero de Calanda, llamado Joaquín Royo, que salió de su pueblo el día 3 (de agosto de 1838), y habló, con otros arrieros que habían pasado por la villa de Monroyo, se ha sabido que en dicha villa el citado día 3 (de agosto de 1838) se hallaba el convoy y la artillería que llevaba toda dirección hacia Morella.

- Dia 5 de Agosto (de 1838).= Solo se sabe la acción victoriosa de la división del general Borso al frente de Morella contra todas las facciones, ocurrida en el día 2 de este mes, en los términos que contiene la adjunta copia del parte dado por dicho general al gefe del ejército del Centro y al segundo cabo de Valencia, que es como sigue:

- “Al Excmo. Sr. general en gefe de este ejército digo con esta fecha lo que copio.= Excmo. Sr.: Para más cómodo descanso de mis tropas reconcentré ayer las fuerzas de la 1.ª división desde La Pedrera a la Sierra de San Isidro, conservando la segunda la posición que anteriormente ocupaba.

- El rebelde Cabrera reunidos todos sus batallones, se propuso al amanecer de hoy atacar por tres puntos a la vez los campamentos con el objeto y la esperanza, según después he sabido por los oficiales prisioneros, de arrollarlos y batirlos, interponiéndose después entre las tropas y las del inmediato y superior mando de V. E.

- El acto debía ser marcado con un cañonazo de la plaza, en cuyo momento atacarían Forcadell con su división, y el batallón de D. Basilio la izquierda, Merino con la suya la derecha, y Cabrera mismo el centro.

- La combinación falló por haberse anticipado la señal, y los cinco batallones que mandaba Forcadell se lanzaron a atacar al 2.° batallón y mi columna de vanguardia que tenía avanzada a las órdenes del coronel D. Carlos Oxolm, y mientras se batían con denodado arrojo defendieron su terreno, dispuse que los batallones 1.° de la Reina y provincial de Ciudad-Real, mandados por el coronel D. José Ortiz, jefe de la segunda brigada de infantería, y los escuadrones del 4.º de caballería ligera, todo a las órdenes del coronel D. Juan de la Pezuela, rechazasen el vigoroso ataque de los enemigos amenazando sus posiciones.

- El provincial de Ciudad-Real tomó a la bayoneta la primera, envolviéndola por la izquierda el teniente coronel D. Francisco Serrano con un escuadrón.

- Las tres siguientes fueron defendidas con tenacidad, y ocupadas asimismo con indecible arrojo, rivalizando las compañías de cazadores, y haciendo la caballería prodigios de valor: entre tanto el primer batallón del primer regimiento de granaderos de la Guardia Real provincial peleaba decididamente en la formidable posición del Carcellar, de donde el brigadier Don Javier Azpiroz rechazaba á Merino, que más a la derecha fue batido después por el vigoroso esfuerzo del 2.° batallón de Córdoba, al mando del coronel comandante D. Félix Miranda, en el Toral de la Masía del Pon: y yo personalmente contra las de Llangostera y Cabañero, dirigía los esfuerzos de mi artillería y mis guerrillas desconcertando todos sus intentos con una vigorosa y general acometida que señaló en todas direcciones la victoria y la fuga vergonzosa que no pudo encubrir a los soldados de Morella el oprobio de que se cubrían sus pretendidos defensores.

- Nuestra pérdida consiste en 10 individuos de tropa muertos; ocho oficiales y 80 hombres entre heridos y contusos, y en seis caballos muertos y ocho heridos.

- La del enemigo en muchos muertos y heridos, y solo ocho prisioneros, porque todos los demás que se hicieron al principio de la acción, inclusos un jefe y varios oficiales, no pudieron escapar al enojo de los soldados del 4º. de caballería que les dieron, muerte en el calor de la refriega.

- Por último, adornan los trofeos de esta victoria efectos de guerra, monturas, caballos y el que montaba Cabrera con sus arreos y la capa blanca, reconocida por los prisioneros. Aquel jactancioso cabecilla que había prometido un duro a cada uno de sus soldados, y vestirlos con el despojo de los míos, ha dejado los de su propia persona en poder de los bizarros que escarmentaron su arrogancia.

- Esta acción general, Excmo. Sr., la considero de la mayor importancia por el desaliento infundido a los rebeldes en dos derrotas consecutivas, por la impresión que estas habrán producido en una plaza, que antes de ser embestida, mira vencido su ejército defensor, y sobre todo, por la desmoralización en que ya le considero para atacar con éxito el importante convoy que V. E. mismo conduce. Mientras doy a V. E. el parte detallado y le propongo los oficiales que considero acreedores a justa recompensa, no puedo menos de recomendar nuevamente a V. E. al coronel Don Juan de la Pezuela; al del regimiento de Ciudad-Real D. José Ortiz; al jefe de la vanguardia D. Carlos Oxolm, y al teniente coronel del 4°. de caballería ligera D. Francisco Serrano; así como en general a todas las tropas que se han conducido con ardor y bizarría inimitables. Lo que tengo el honor de trasladar a V. E. para su satisfacción. Dios guarde á V. E. muchos años.

- Campamento de la Sierra de San Isidro al frente de Morella, 2 de Agosto de 1838: = Cayetano Borso di Carminati.= Excmo. Sr. segundo cabo de Valencia.

Nota .- Mañana espero al Excmo. Sr. general en jefe con el convoy, de modo que muy pronto se romperá el fuego sobre la plaza.”

ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

COMANDANTES CARLISTAS CITADOS EN EL TEXTO: JEFES CARLISTAS DEL MAESTRAZGO PRIMERA GUERRA (1833-1840).

- “LLANGOSTERA”: Luis Llangostera y Casadevall, nació en Manlleu (Barcelona). En 1821 entró a servir en las filas de los realistas catalanes, en la partida del Barón de Eroles, quien le patrocinó, llegando a teniente coronel. Después de la guerra, fue clasificado como teniente de Caballería, con grado de Capitán. Prestó sus servicios en el regimiento de Caballería de Bailén, ascendiendo a capitán en 1829. Estando en Lérida a mediados de 1834 en el Batallón de Bailen, salió del mismo de noche, junto con el Capellán del Batallón, para dirigirse al Bajo Aragón, donde se unió a Quilez y luego a Carnicer, que valoró mucho su incorporación. Al terminar la campaña, estaba en situación de cuartel, emigrando, sin embargo, a Francia, donde falleció en 1844, siendo Mariscal de Campo. Hasta sus enemigos más encarnizados, no tuvieron más remedio que confesar que era un militar instruido, exacto en el cumplimiento de su deber y de conducta intachable, mereciendo siempre gran aprecio de sus jefes, era un hombre de carácter austero y profundamente piadoso, y oía misa todos los días.

“CABRERA”: Ramón Cabrera y Griñó, comandante General interino de los carlistas de Aragón (nació en Tortosa el 27 de diciembre de 1806- falleció en Wentworth 24 de mayo de 1877) es una de las figuras más atractivas del siglo XIX español. Su apasionante biografía, que atrajo la atención de novelistas como Thackeray, Galdós y Baroja, más pareciera un guion cinematográfico que una vida real. De seminarista y guerrillero, pasó a convertirse en caudillo de un poderoso ejército que estuvo a punto de cambiar la historia contemporánea de España. Su arrogante personalidad y sus deseos de venganza tras el fusilamiento de su inocente madre, le valieron fama de cruel y le merecieron el sobrenombre de El Tigre del Maestrazgo, con el que su figura pasó a las páginas de la leyenda. Convertido en aristocrático Conde de Morella, y en gentleman por su matrimonio con una joven protestante con una de las mayores fortunas de Inglaterra, vivió un prolongado exilio en su finca de las afueras de Londres, desde donde participó en todos los nuevos levantamientos armados, reales o frustrados, que protagonizaron los carlistas a lo largo de las dos siguientes décadas y fue testigo de los principales acontecimientos de la convulsa Europa de su tiempo. Tras la Revolución que depuso del trono a Isabel II, dirigió fugazmente la reconstrucción política y militar del Carlismo, hasta que su incompatibilidad con el joven pretendiente Don Carlos, más biográfica que ideológica, le llevó a apartarse de las filas en las que había militado toda su vida y acabar reconociendo a Alfonso XII. Villano, héroe o traidor, ensalzado o demonizado, Cabrera necesitaba una completa biografía que separara la realidad del mito y la historia de la desfiguración interesada. Su trayectoria, más que la de un personaje controvertido, es la del pueblo español, y en particular esa importante fracción del mismo que representó el Carlismo, en su agitado itinerario entre el Antiguo Régimen y la Restauración. (Texto: Javier Urcelay Alonso).

 “FORCADELL”: Domingo Forcadell y Michavila, conocido con el apodo “Pebreroyo”, nació en Ulldecona (Tarragona) el 20 de Enero de 1800 (y no en 1798, como aparece en sus biografías), según consta en el Archivo parroquial de Ulldecona, de padres labradores bastante acomodados, después de aprender a leer y escribir se dedicó a los trabajos del campo. No heredó de sus padres un gran patrimonio, pues según las leyes del Principado, el heredero fue el hermano mayor. Tenía bastante talento natural, pero era de carácter serio e introvertido, aunque desprendido con los amigos, lo que le daban ascendiente sobre ellos. Tomó parte en el alzamiento realista contra el trienio constitucional. En 1821 fue teniente de caballería y ayudante del mariscal de campo Ramón Chambó. El 7 de Junio de 1822 fue rescatado por éste, al frente de 300 hombres, de la prisión de Ulldecona, donde estaba custodiado por 30 milicianos y esperando ser fusilado al día siguiente. Por su valor y apoyado por Chambó, llegó a comandante de batallón. Comprendido después entre los excedentes, sólo le quedó una cruz, pensionada con cuatro reales diarios, y el grado de teniente. Al comienzo de la guerra civil entró de nuevo en campaña a favor de Carlos V, siendo uno de los primeros que se incorporaron a Morella. Después de la derrota de Calanda y después de la de Chodos, se acogió al indulto, aunque a los pocos meses salió de nuevo de Ulldecona, con alguna gente que pudo reclutar, para continuar la guerra, creando su propia partida. Se distinguió notablemente en los ejércitos de Valencia y Aragón, ascendiendo hasta mariscal de campo. Emigró en 1840 al terminar aquella lucha, y regresó a España en 1848, tomando parte en la segunda guerra civil, primero en Cataluña y luego en Aragón y Valencia. Se exilió por segunda vez, y no regresó a España hasta muchos años más tarde, como simple particular, y falleció en Ulldecona en 1866.

“NEGRI”:

“MERINO”:

"CHAMBONET": 

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: 

Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.




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